Rusia utilizó el pasado año bombarderos Tu-22 y Tu-160, el más moderno del arsenal nuclear ruso, para atacar blancos en Siria mediante ataques con misiles de crucero contra los grupos terroristas.
Los Tu-95 son unos veteranos bombarderos estratégicos que han sido modernizados en varias ocasiones y que pueden llevar una gran cantidad de misiles y bombas con cabeza nuclear o convencional. Muchos de ellos patrullan por las rutas transoceánicas y forman parte de la tríada nuclear rusa.
Algunos expertos vinculan la presencia de los Tu-95 a posibles operaciones aéreas que Rusia está llevando a cabo en Siria, concretamente en Raqqa y Deir Ezzor, para destruir objetivos del EI allí. Estos bombarderos pueden permanecer durante grandes períodos de tiempo en el aire y guiar también ataques aéreos precisos. Ellos disponen asimismo de una gran cantidad de bombas y misiles.
Estos bombarderos también buscan reforzar la presencia de Rusia en Siria y asegurar que ninguna de las naciones que presta apoyo a los terroristas en Siria proporcione a estos últimos misiles antiaéreos portátiles, ya que un derribo de uno de estos aparatos sería una declaración de guerra en la práctica contra Rusia.
Por último, estos bombarderos constituyen una advertencia a uno de estos países patrocinadores del terrorismo internacional, concretamente Turquía, para que no trate de enviar tropas hacia el territorio sirio después de que se haya conocido que asesores militares turcos dirigen las operaciones de grupos terroristas en Alepo.
Estos bombarderos, por su poder destructor, constituyen una advertencia para los turcos por lo cual el régimen de Erdogan se verá obligado a actuar con cautela en Siria, estiman los observadores, ya que comprende perfectamente que su seguridad nacional está amenazada por el despliegue de estos grandes aviones.
Agencias
