Una de las razones por las que he tardado tanto en escribir esta serie de artículos, ha sido la
“Si la Comunidad Internacional nos abandona (a los musulmanes) nadie podrá impedir una ola de terrorismo en Europa”
Alija Izetbegovic 1994
Líder separatista islamo-bosnio y padre de la Federación de Bosnia y Herzegovina.
Una de las razones por las que he tardado tanto en escribir esta serie de artículos, ha sido la sospecha. Desde el primer momento desconfié de lo oportuno de la fecha de esta supuesta revelación, que a tenor de lo expuesto y su trascendencia final, no ha resultado de la gravedad que en principio le suponía, pero que guarda suficientes elementos turbios como para alimentar el recelo.
Estas declaraciones tuvieron lugar en verano, a poco más de dos meses de la celebración de lo que los medios de comunicación presentaron como un referéndum de autodeterminación de la República Srpska del resto de la de Federación de Bosnia y Herzegovina. En realidad, no fue más que el sometimiento a votación del día festivo, “nacional” de la entidad serbia de Bosnia. Con las elecciones bosnias en el horizonte, finalmente celebradas el pasado 2 de Octubre. No se me ocurría ocasión más propicia para que medios y políticos incidiesen en las diferencias, auténticas fracturas que se produjeron entre serbios y serbo-bosnios durante la guerra de Bosnia para seguir ahondando en ellas e instrumentalizándolas para agrandar el aislamiento de la república Srpska.
El artículo en el que se descarga a Milosevic de la responsabilidad criminal de la limpieza étnica y partes de los textos acusatorios pero también exculpatorios hacen todo lo contrario con Radovan Karadzic a quien se le atribuyen veladamente todos estos cargos.
La figura de este líder exhibicionista, fulero y nacionalista ortodoxo, no debe engañarnos. Y como sucede en la feraz Bosnia evitemos que un árbol nos oculte el bosque.
Karadzic y la denostada cúpula de la clase política de los serbios de Bosnia, que ha pasado por el Tribunal y prisión de la Haya, no se enemistó por su extremismo etnicista ni con Belgrado ni con la Comunidad Internacional. Fueron otras las razones y es que tras la aprobación por parte de la ONU del embargo contra Yugoslavia que ya había sido precedido de otro contra los serbios de Bosnia, y la actitud de Milosevic que el estimaba contemporizadora pero que resulto entreguista, los serbo-bosnios fueron los únicos representantes y garantes últimos de los derechos, existencia y supervivencia de la comunidad serbo-bosnia como grupo humano y político relevante en Bosnia y Herzegovina.
Si bien es cierto que entre los dirigentes serbios de Belgrado, más socialistas y los de Bosnia había diferencias de matiz ideológico que acabaron por dejar paso al nacionalismo extremista, con la guerra y la depuración étnica serbia avanzadas. No nos olvidamos tampoco de citar a criminales de guerra serbios como Arkan que hicieron del nacionalismo su bandera y escudo para tapar otras vergüenzas y la mafia serbia con conexiones político-corruptas con el gobierno. Empero el principal caballo de batalla fueron siempre los hombres y el territorio.
Los serbios de Bosnia se sintieron siempre en peligro, por la inferioridad numérica de sus milicias, de uno contra tres, que ni siquiera la constitución del Ejército de la República Serbia de Bosnia pudo paliar con sus efectivos de artillería y tanques.
Es digno de mención como todavía en los medios especializados y supuestamente históricos no se explica cómo los bosnio-musulmanes se hicieron con armamento pesado de los cuarteles, y fábricas de armas que tomaron por la fuerza, antes y durante los combates contra el ejército yugoslavo. En el Sarajevo musulmán fueron emplazadas numerosas piezas de artillería pesada en zonas altamente pobladas. Extremo este probado tanto por las residuales autoridades yugoslavas como por fuentes de Naciones Unidas.
Otro de los grandes problemas serbo-bosnios fue la falta de apoyo a sus ofensivas políticas, ya que las militares tendían a ser competencia de Ratko Mladic. El General fue en repetidas ocasiones el contrapeso de Milosevic a la autoridad de Karadzic en Bosnia. Si bien mostró sus admirables dotes con el uso de la artillería y el engaño en el movimiento de sus columnas, su connivencia con Slobodan Milosevic, le privaron a ojos de Pale, (cuartel general de los serbios de Bosnia) de conseguir victorias alcanzables.
Sus bravuconadas y su leve conversión a los valores serbios nacionales apenas podían esconder que era un hombre tan apegado a sí mismo como a Yugoslavia. Los ataques de la OTAN contra sus hombres y refugiados fueron la gota que colmó el vaso y lo que llevó a desencadenar la campaña de hostilidad contra las tropas de la ONU, que se vieron cercadas, desarmadas y tomadas como rehenes. Atrás quedaban enfrentamientos en los cuales los serbios se habían llevado la peor parte, debido en gran parte a las instrucciones políticas que les limitaban su respuesta frente a los ataques. Más o menos lo que hemos leído durante décadas pero con intercambio de papeles.
La estrepitosa derrota de los serbios de Croacia ante el rodillo croata y atlantista las enormes fallos de cálculo y una inconcebible política de distensión por parte de Milosevic en medio de una guerra de exterminio nacional sellaron el destino de los serbo-bosnios que empezaron a su vez a dividirse, entre partidarios de Banja Luka y Pale que fueron instrumentalizados por EEUU. No obstante resistieron hasta el final, un final en el que Serbia fue quizá su peor enemigo. Y los acuerdos de Dayton su claudicación.
Para conseguir la firma de este acuerdo Milosevic llegó a implorar:
“Denme cualquier cosa, rocas, pantanos, colinas, cualquier coda mientras mantenga el 51:49(porcentaje territorial sobre suelo bosnio)
O a insultar (según la versión del finado Holbrooke):
No son mis amigos(los serbobosnios).No, no son mis colegas. Resulta incluso horroroso estar con ellos en la misma habitación. Son mierda.
Por no hablar de hipotéticos reconocimientos a los bosnio-musulmanes:
“Merecéis Sarajevo porque cavasteis un túnel por el que entrabais y salíais como zorros. Pero luchasteis por ella, mientras esos “cobardes” (serbobosnios) os mataban desde la colina.
Política de sumidero, cuyas palabras y expresiones exactas habría que poner en duda, aunque no su verdadera esencia.
La firma de Dayton siempre fue mucho más importante que las aspiraciones y reclamaciones serbo-bosnias. Estaba en juego la paz, Eso al menos creyó el resto del mundo, los serbios de Bosnia sabían muy bien a quien tenían por vecinos, como eran y lo que había sucedido en la guerra, tanto en esta como en la Segunda Guerra Mundial, como en época otomana, y un acuerdo de mínimos no les resultaba aceptable. Ni para Karadzic ni para cualquier otro político que les representara.
Treinta y ocho jefes militares de la vieja guardia comunista que habían sobrevivido a las purgas del año 90 fueron jubilados tras el acuerdo sobre el reparto de Bosnia Herzegovina.
Volviendo al pasado más reciente, el plebiscito sobre el festivo nacional fue desautorizado tanto por Sarajevo, que lo tachó de ilegal, como por el Alto Representante de la UE para Bosnia Valentín Intzko, que entre otras cosas lo tildó de belicista, etnicista y contrario a las leyes, y despreciado por Estados Unidos, que tampoco mostró demasiado interés hacia un escenario, ya tan secundario.
El desafio serbobosnio no fue al final más que la celebración de un día festivo propio para la República Srpska, no obstante este día coincidía con la creación de la Asamblea Serbia de Bosnia que dio origen al ente existente hoy. Volvimos a oír la propaganda de guerra, tantas veces repetida, y que sigue escribiéndose como principios sagrados e inviolables. A saber la culpabilidad serbia, la República Srpska como origen y causante de la guerra de Bosnia.
La realidad histórica dista de ser tan clara.Más bien invierte los papeles,la Bosnia islamista de Izetbegovic fue la que vulneró la legalidad federal yugoslava, atentó contra la integridad nacional, atacó los cimientos de la paz, seguridad e igualdad y desencadenó una pesadilla cuyos máximos beneficiarios políticos fueron los musulmanes de Bosnia con su estado propio.
Más de cuatro años de guerra, 110,000 muertos, miles de heridos y dos millones de desplazados para hacer de Sarajevo una capital “nacional” y de devolver a los musulmanes islamistas al poder como clase dirigente , igual que tiempo atrás, en su admirado Imperio Otomano.
Tras la prohibición de la votación que al final no se produjo, vinieron las presiones a escala “nacional” como las proferidas por el Vicepresidente de Bosnia Salkic que advertía de la destrucción del país , y de la inviolabilidad de la paz de Dayton y de la Constitución, ambas redactadas con la inestimable colaboración de Estados Unidos que se reserva el derecho de propósito de enmienda de todo cuanto suceda en esta antigua república yugoslava.
Sobre la ira de Izetbegovic hijo y sus amenazas, ya dimos cuenta en la segunda parte de este artículo.
A pesar de todo ello, el referéndum se celebró, parece ser que sin incidentes destacables (las escuelas cerradas, las pintadas amenazantes o las amenazas verbales no se diferencian en exceso de la cotidianidad).
El resultado quizá fuera lo de menos, un 93% de los votos a favor del día nacional de la República Srpska, el polémico referéndum, la provocación, la amenaza a la paz, el atentado contra las leyes quedo en eso, en el deseo mayoritario de la población serbo-bosnia en instaurar el 9 de Enero como festivo. Un nueve deEnero en el que los serbios de bosnia no quisieron dejar de ser yugoslavos.
Como fin de fiesta la Corte constitucional de Sarajevo decidió prohibir la festividad alegando que coincide con la fiesta ortodoxa. Día celebrado únicamente por los creyentes serbo-bosnios que lejos de agradecer los desvelos de Sarajevo por sus creencias, lo vieron como una muestra más de esa enfermiza hipocresía muy musulmana, en cuanto a armonía de credos se refiere. Os niego como pueblo, os desautorizo como organización política, pero os respeto en mi generosidad como credo, tras amenazar y empuñar la espada de la legitimidad.
Las elecciones tuvieron unos resultados más que alentadores para la República Srpska, ya que el partido de Dodik salió reforzado, como fuerza más votada. Y ganó la muy simbólica alcaldía de Srebrenica para escándalo del mundo islámico y delos políticamente correctos. Pese al sempiterno chantaje emocional propagandístico bosnio-musulmán multiplicado por los medios que presenta los resultados democráticos como una victoria de los criminales de guerra. Incluso he llegado a leer que fue por un puñado de votos, y envuelto en la polémica, lo cierto es que lo hizo por el 70% de los votos. La celebración del martirio -causa nacional islamista del año que viene promete ser tenso.
En Velica Kladusa se ha impuesto, según la prensa occidental, un criminal de guerra, un viejo conocido. Fikret Abdic obtuvo el 48, 10% de las papeletas y es el nuevo alcalde de la ciudad. Con nacionalidad croata, el político bosnio- musulmán, líder de la región de Bihac que se enfrentó al gobierno islamista de Izetbegovic cuya región fue arrasada a sangre y fuego por el Quinto Cuerpo de la ARMIJA bosnia durante la guerra, a causa una diferencia irreconciliable. Primero por oponerse a la destrucción de Yugoslavia, y después por tener buenas relaciones con serbios y croatas. Algo que el incólume y multicultural gobierno de Sarajevo jamás permitiría.