Aunque el ultranacionalismo catalán ha sufrido una severa derrota a manos del gobierno, el estado de derecho, la Unión Europea, la Comunidad internacional, su fracaso se debe también en gran medida a la manifiesta incapacidad de sus líderes y a la bajeza moral, intelectual y política de sus seguidores. Sus mandos, una de las “élites” más zarrapastrosas, cobardes, corruptas, mezquinas ,zafias, vulgares e hipócritas de Europa se debate entre el lloro, la mentira, la incitación al odio, la rivalidad interna, los paseos carcelarios y la huida.
Aún usurpa muchas de las funciones públicas y de representatividad tanto social, política como económicas de las que se han apoderado tras tres décadas de régimen etno-nacionalista. Un 30 por ciento de la población domina los puestos de poder y ensoñerea sobre el resto.
Las elecciones del 21 de Diciembre son y deben aprovecharse como una oportunidad más para acelerar la decadencia y vencer a ese movimiento xenófobo, clasista, excluyente, patriarcal y profundamente carlista que es el secesionismo catalán. Lo importante no será el color de la papeleta, las siglas, ni siquiera los principios políticos partidistas, lo trascendental es cerrar el paso al movimiento fascista catalanista y recuperar derechos fundamentales y la democracia robada por el clan de los Pujol y acólitos menos aventajados que ahora se disfrazan de frente suponemos que anti-155 ya que no tienen ningún programa más que el desfile de sus calamitosos jefes de filas entre lazos amarillos. Lazos que lejos de ser reivindicativos de un apelativo que no merecen gente de tan baja calaña ideológica y personal se antoja más una cruel metáfora de la suerte que esta horda quiere deparar a sus contrarios.
No en vano, las amenazas, los insultos, el acoso, y las agresiones no han dejado de sucederse e incrementarse a medida que la justicia actuaba y las encuestas electorales no les son tan propicias como esperaban. No deja de contrastar con el comportamiento ejemplar de los catalanes no nacionalistas y resto de nacionales que tras la proclamación de la independencia no incurrieron en actos violentos, y superaron por mucho en manifestantes y civismo a las últimas demostraciones de régimen en las calles barcelonesas.
El pueblo español puede presumir de haber dado la espalda a la violencia en una situación tan grave como esta. No hubo los muertos con los que soñaba la más que limitada ¿candidata? de ERC y por los que los móssens de las iglesias catalanas, otra vez el infecto carlismo catalán, repicaban las campanas.
Los más de 1000 heridos del -1-O, de los que no queda ni rastro, indican muy bien los valores de esta gente. Si bien la coyuntura internacional y la sempiterna cobardía del nacionalista catalán tuvieron su influencia. Complicada tesitura en la que la autodenominada izquierda apoya la desigualdad, los privilegios económicos, el etnicismo y las agresiones contra quienes hacen gala de su pensamiento crítico. Es de suponer que recibirán un correctivo electoral y así debe ser aunque supongo menor del merecido. Y la inestabilidad se prolongará en Cataluña.
Pero no nos llevemos a engaño, el catalanismo no conforma ningún frente popular,sólo el planteamiento es ofensivo.Son profundamente retrógrados aunque pretendan engañar con el lenguaje visual, los lemas y hueca palabrería. Especialmente valioso para esta causa es la pseudo-izquierda populista y adscrita a los postulados de Soros, hablamos del estercolero Podemita y asociados.
Pero no perdamos más tiempo con ellos .Demasiado protagonismo les dan algunos medios en manos de ex terroristas filotroskistas.
Lo realmente importante es usar nuestra libertad de opinión, veremos si la de movimiento y de expresión es respetada esta vez, y demostremos nuestra repulsa a la división, al racismo, a la corrupción, al belicismo, al supremacismo, al colonialismo(Sijena), el imperialismo de base lingusitica,al neoliberalismo de ascendencia étnica, al monopolio , al adoctrinamiento escolar, al acoso, a la expulsión de miles de no nacionalistas de sus trabajos y hogares, contra el empobrecimiento cultural y económico, contra la repugnante inmersión lingüística, y el racismo contra el vecino menos favorecido económicamente ,el robo y corrupción generalizada.
Dos de las personajes ,huidos en Bruselas, merecen por sus perfiles y actos un poco de atención para valorar la realidad del movimiento separatista catalán. Toni Comín de ERC, y Carles Puigdemont ya han sido cesados y aunque han cobrado sus finiquitos, se postulan como víctimas de la represión. Estos dos entre otros escaparon para evitar la justicia provocando el encarcelamiento de sus compañeros de conjura sediciosa. Comín es un personaje especialmente nefasto para la sanidad catalana, su estela ha dejado pequeña la del corrupto y privatizador consejero anterior, Boi Ruiz. La destrucción causada por este hijo de histórico miembro del PSUC no está presente en ninguna de los debates electorales pero es seguro que se cobrará un alto precio entre los pacientes de esta comunidad. El empeoramiento de las condiciones sanitarias tras su llegada al poder, ha hundido a esta rica comunidad entre las peores de todo el país.
De Puigdemont poco que añadir. Su decisión ya tiene antecedentes familiares. Su abuelo, huyendo de los comunistas se escapó a Andalucía, donde desposó a una andaluza, cuya silenciada parentela, no ha diluido la pertenencia del pastelero de pueblo a la tribu de los elegidos.
Las cifras económicas del desastre causado por el separatismo no creo hayan sido cuantificadas de forma fidedigna, ya que su factura es y será enorme. Los años nos dirán su alcance, por razones políticas obvias, el gobierno las oculta y las fuerzas políticas nacionales colaboraran otra vez más en tapar las vergüenzas y tropelías del nacionalismo catalán, siempre beneficiado. Ya viene siendo hora que esto cambie de una vez por todas.
Hay más de 155 razones para ejercer tu derecho de voto contra esta lacra. Defenderás mucho más que una constitución.
