El principal enemigo de EE.UU. no es Rusia ni China, sino su deuda, según dice el exministro de Exteriores de Dinamarca Joergen Oerstroem Moelle, actual miembro senior del Instituto ISEAS–Yusof Ishak de Singapur, quien advierte de que Washington se acerca al ‘default’ técnico.
En su artículo publicado el 26 de abril en The National Interest, el exministro danés menciona que según los últimos datos de la Oficina Presupuestaria del Congreso de Estados Unidos (CBO, por sus siglas en inglés), la carga de intereses estadounidense constituye un 1,6 % del Producto Interno Bruto (PIB), lo que equivale un 9,4 % del ingreso federal.
Sin embargo, incluso en el escenario más optimista, en 2022 la cifra podría ser de un 2,7 % contra un 16 % respectivamente.
Moelle considera que la compleja situación podría ser resuelta mediante dos opciones. Una solución es cortar gastos obligatorios, mientras que la otra consiste en el aumento de los ingresos fiscales. No obstante, sostiene Moelle, ambas iniciativas serán bloqueadas por el Congreso.
Por otra parte, el experto opina que si China está de acuerdo en convertirse en acreedor de EE.UU., el país norteamericano saldrá ganando, no obstante, desde el punto de vista político, Washington saldrá políticamente como “perdedor” debido al hecho de que la “antigua superpotencia económica” debería “pedir ayuda” para cobrar sus deudas, que han aumentado “imprudentemente” en las últimas décadas.