La Habana, 17 jul (PL) Fidel Castro cuidaba de su pueblo y al mismo tiempo se preocupaba por la suerte de otras naciones, afirmó hoy en esta capital la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff.
Siempre que visitaba Cuba conversaba con el líder de la Revolución y era impresionante su curiosidad por lo que acontecía en otras partes del planeta, subrayó Rousseff al intervenir en la jornada final del XXIV Encuentro Anual del Foro de Sao Paulo que se efectúa en el Palacio de Convenciones.
La Revolución cubana iluminó a todo un continente y demostró que construir un mundo mejor es posible, manifestó Rousseff, quien fue blanco de un golpe orquestado por las fuerzas de derecha de su país con el apoyo de Estados Unidos y que la alejó de su cargo.
Al igual que Argentina, Uruguay y Chile, Brasil sufrió el rigor de las dictaduras, pero la mayor de las Antillas constituyó una fuente de inspiración para luchar para cambiar nuestras realidades, comentó la exmandataria.
Cuba es una referencia, y a despecho de las dificultades sigue siendo un faro para todos, enfatizó Rousseff.
Para avanzar en el continente, es necesario respetar las diferencias y las pluralidades, porque la unidad consiste en construir consensos, orientó la líder brasileña.
Otro orador, el expresidente de Mozambique Joaquim Chissano, expresó que Fidel Castro fue un hombre con un pensamiento amplio, rico y profundo.
La sencillez y la humildad fueron dos atributos que siempre lo acompañaron, al igual que su amor incondicional por el continente africano, dijo Chissano.
Fidel Castro, apuntó, siempre estuvo consciente que el imperialismo -en referencia a Estados Unidos- no tiene fronteras y siempre estará dispuesto atacar a cualquier pueblo.
El Comandante en Jefe afirmaba que la unidad es una factor fundamental para lograr cualquier objetivo y para avanzar era necesario también eliminar la pobreza, el hambre, el analfabetismo y el colonialismo, señaló Chissano.
