Las movilizaciones a lo largo y ancho del actual estado español no suelen tener la contundencia en las peticiones que tuvo la de anoche en Barcelona. “Tumbemos el régimen” es un mensaje claro que traspasa los peajes y filtros de la mal llamada Transición. La monarquía jamás ha estado tan cuestionada en las calles como en este momento. Sólo queda que esa chispa salte a otros lugares.
Al terminar la marcha donde participaron decenas de miles de personas, la actriz Sílvia Bel leyó un manifiesto que pide hacer de este 21D el inicio de un ciclo de movilizaciones con un objetivo: “Recuperar la soberanía que se nos roba y niega, y que solo alcanzaremos con la República Catalana”.
Apuestan por la autodeterminación para “construir un nuevo país” en que se vean reflejadas reivindicaciones como la lucha contra los desahucios, el antifascismo, el feminismo, la defensa de la escuela pública y la lengua catalana, los derechos laborales y las pensiones dignas, entre otras.
Y han asegurado que “el único momento en el que el régimen tembló” fue con las movilizaciones de las jornadas del 1 y el 3 de octubre de 2017.
la portavoz de Arran, Núria Martí, ha defendido que “tirar piedras frente a 9.000 policías no es violencia”.
Durante todo el trayecto, entre los Jardinets de Gràcia y la confluencia del paseo de Gràcia con Gran Via, han predominado las banderas ‘estelades’ y los gritos a favor de la independencia de Cataluña y por la libertad de los presos soberanistas en cárcel preventiva.
