Estados Unidos (EE.UU.) ha argumentado que Irán ha incumplido los acuerdos del acuerdo nuclear de 2015 a pesar de los informes del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que indican que el país persa ha respetado el tratado.
EE.UU. ha usado de excusa a Irán para enviar un mensaje a sus competidores en materia de energía nuclear, ya que en los últimos años la nación estadounidense ha perdido terreno frente a Rusia y China.
Washington intenta recobrar el liderazgo mundial por ello permitir el desarrollo del programa nuclear de Irán representa un obstáculo por el acercamiento y la relación entre Teherán y Rusia en materia nuclear.
Nueva carrera nuclear
Mientras que el número de centrales nucleares de EE.UU. se va reduciendo, Rusia y China emergen como líderes de la industria y están formando un nuevo panorama de energía nuclear.
De acuerdo a los especialistas Rusia parte con ventaja en la carrera nuclear al contar con tecnología más fiable y confiable, pero pueden ser más caras que las tecnologías del este de Asia.
Por su parte los chinos pueden ofrecer acuerdos más atractivos desde un punto de vista económico.
Para 2018, EE.UU. el uranio extraído no alcanzó ni para uno de los 98 reactores que operan en el país, por lo que debió exportar el material de las exrepublicas soviéticas.
Caída de EE.UU.
De acuerdo a la OIEA, Estados Unidos contaba hasta el 01 de enero de 2010 con 104 reactores nucleares, más uno en construcción, seguido de Francia con 59, más uno en construcción, y Japón con 54, más uno en construcción.
Para esa fecha Rusia tenía (31 reactores operativos y 9 en construcción) y China (11 y 20 en construcción).
Esto indicaba que hasta 2010, EE.UU. tenía la cuarta parte de los reactores nucleares que se encontraban en funcionamiento en el mundo.
A mediados de 2018, un total de 115 reactores habían sido retirados de servicio, alrededor del 70 por ciento de los 173 reactores del mundo que han sido clausurados de forma permanente, según el informe «The World Nuclear Industry Status Report 2018».
No obstante, solo 19 unidades habían sido completamente desmontadas, de las cuales 13 están en Estados Unidos, cinco en Alemania y una en Japón.
La Administración de Información Energética del país (EIA, por sus siglas en inglés) informó que en los próximos siete años, EEUU tiene previsto cerrar 12 reactores nucleares.
En este sentido los congresistas estadounidenses Mike Crapo y Sheldon Whitehouse advirtieron que la industria de la energía nuclear de EE.UU está experimentando serias pruebas.
«Si EE.UU. no restablece el liderazgo mundial en la industria, será asumido por otros actores. Hoy, Rusia y China cuentan con más del 60 por de plantas de energía nuclear en construcción por todo el mundo. Dados los problemas del cambio climático, los riesgos geopolíticos y las amenazas a la seguridad nacional, no podemos permitir que los países competidores determinen el panorama de la energía nuclear», escriben los congresistas en su artículo para la página web del canal СNBC.
Para intentar reestablecer el liderazgo mundial el Congreso ya ha aprobado dos proyectos de ley: uno sobre la energía nuclear innovadora (NEICA), y el otro sobre la innovación y modernización nuclear (NEIMA).
En un intento para impedir un futuro dominio ruso el pasado mes de marzo, la Administración Trump aprobó un plan para ampliar la cooperación temprana con los países interesados en la energía nuclear.
El Departamento de Estado tiene la intención de negociar con los clientes potenciales antes de que siquiera piensen en adquirir un reactor nuclear.
Sin embargo funcionarios estadounidenses en la industria dudan de que sea realista cambiar el equilibrio de poder en el mercado global: es muy difícil obtener contratos.
El subsecretario de Energía Nuclear estadounidense Ed McGinnis, destacó que su nación ha perdido el potencial ”antes controlábamos el 90 por ciento del mercado global. Ahora tenemos un 20 por ciento en el mejor de los casos”.
“La mayoría de las transacciones grandes en el ámbito de la energía nuclear, celebradas en el extranjero, pertenece a empresas rusas, chinas y de otros Estados», comentó McGinnis.
Ante este panorama resulta complicado que Estados Unidos vuelva a liderizar en corto plazo el mercado nuclear global.