El petróleo sirio ha caído en manos israelíes, según el periódico libanés Al-Ajbar, que dice tener una carta que autoriza a un agente israelí, Mordechai “Moti” Kahana, a vender petróleo sirio extraído de las provincias orientales incautado por las milicias kurdas de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS). Esta carta está firmada por Ilham Ahmad, dirigente del Consejo Democrático Sirio y del Foro Político de las Fuerzas de Defensa y de Seguridad.
Ahmad es una de las dirigentes del FDS que apoya con más determinación la alianza de los kurdos con Estados Unidos. Es miembro del partido kurdo Bijak que luchó contra Irán en el noroeste y expresó abiertamente su aversión hacia el gobierno de Teherán.
En los últimos meses ha encabezado una delegación del FDS en Washington para mantenerse al tanto de la verdadera posición estadounidense sobre la retirada de sus tropas y la creación de un protectorado o “zona de seguridad” en Rojava. Se dice que se reunió con Trump gracias a los grupos de presión israelíes que operan en Estados Unidos. Una fotografía con Moti confirma su estrecha relación con los sionistas.
“Estimamos que la producción de petróleo ascendería a unos 400.000 barriles diarios. Pero hoy el promedio es de 25.000 barriles. El derecho a explorar y desarrollar la extracción de petróleo se ha concedido a Kahana y los precios se han fijado entre 22 y 35 dólares”, dice la carta publicada por Al-Ajbar. El contrato de las FDS con Israel aparece “en medio de la presión y las sanciones de Estados Unidos contra Siria y su sector petrolero”, dice el periódico.
Dar carta blanca a Kahana significa que el Consejo Democrático Sirio ha comenzado a actuar como una entidad independiente del Estado sirio, dando a los enemigos de Siria el derecho a disponer del petróleo sirio con la ayuda de Estados Unidos. Esto sucede en un momento en que el FDS controla el 80 por ciento de los campos petrolíferos sirios.
En este contexto en el que Siria atraviesa una crisis energética, el volumen de extracción petrolera es un despilfarro de la riqueza de la población.
La acción significa el fortalecimiento pleno y completo de la alianza entre Estados Unidos, Israel y los kurdos en Siria. La traición de los kurdos no tiene marcha atrás y el futuro que les espera es muy negro si los imperialistas y los sionistas no logran salirse con la suya en Oriente Medio como parece.
En Siria los kurdos están siguiendo el mismo camino que en Irak, uniéndose al eje imperialista y sionista. Al privar a Siria de los recursos necesarios para la reconstrucción, los kurdos siguen el dictado de sus amos: agotar al gobierno sirio e impedir el rensurgimiento del país.