Rusia indica que la situación actual del acuerdo nuclear iraní se debe a los “pasos destructivos” de la Casa Blanca y sus sanciones contra Teherán.
De acuerdo con las declaraciones del canciller ruso, Serguéi Lavrov, la situación y las tensiones actuales acerca del acuerdo nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)— son “resultados de los pasos destructivos” y las sanciones antiraníes de Washington.
En una conferencia de prensa realizada este lunes en Moscú (capital de Rusia) con su par iraní, Mohamad Yavad Zarif, Lavrov ha afirmado que ambos países están comprometidos con el pacto nuclear sellado en 2015, condenando las medidas y políticas del Gobierno estadounidense presidido por Donald Trump, de retirar unilateralmente a EE.UU. del JCPOA e imponer nuevas sanciones contra Teherán.
En referencia a las declaraciones del mandatario francés, Emmanuel Macron, sobre dar algunas concesiones a la venta del crudo iraní a cambio de algunas obligaciones, el canciller ruso ha dicho que su país vigilará de cerca las acciones tomadas sobre el pacto nuclear y la propuesta de Macron, subrayando que Moscú respaldará tales decisiones si allanan el camino para solucionar el impasse y restablecen el funcionamiento normal del JCPOA.
“Las iniciativas propuestas por Francia para preservar el JCPOA (…) deben permanecer en el marco del acuerdo nuclear”, ha dicho al respecto.
Cualquier idea adicional que pueda surgir a este respecto debe discutirse por separado, ha declarado Lavrov, manifestando otra vez más el apoyo e interés del presidente ruso, Vladimir Putin, de intentar para salvar el acuerdo nuclear.
Estados Unidos, desde que en mayo de 2018 abandonó unilateralmente el acuerdo nuclear suscrito con Irán, ha estado ejerciendo una “presión máxima” contra este último país para forzarlo a negociar un nuevo pacto más intrusivo; y con ese objetivo en mente, ha impuesto a Irán “las sanciones más duras de la historia”, para, según las autoridades norteamericanas, “paralizar la economía iraní”.
Mientras tanto, ante la inacción de los europeos para salvar el pacto nuclear, Teherán decidió reducir parte de sus compromisos nucleares, de conformidad con los artículos 26 y 36 del mismo pacto, y para este objetivo dio dos pasos: Primero, suspendió la venta de uranio enriquecido y el excedente de agua pesada —como lo establecía el acuerdo— y, segundo, aumentó el enriquecimiento de uranio por encima de los niveles acordados en el acuerdo —3,67 %—.