Neo nazis organizaron una misa que fue contestada en las calles. Los manifestantes recorrieron la ciudad cantando canciones antifascistas y guardando fotos de miembros de la resistencia que habían sido torturados y asesinados por las tropas croatas nazis durante su gobierno en Sarajevo durante la Segunda Guerra Mundial.
El economista Zvonimir Nikolic, de 57 años, llamó a la misa “un desastre para Sarajevo”.
“Sarajevo es una de las pocas ciudades del mundo donde esta misa nunca debe celebrarse, porque el régimen al que se dedica ha cometido crímenes atroces en Sarajevo”, dijo Nikolic, que es católico.
La policía impidió que los protestantes llegaran a la Catedral del Sagrado Corazón, donde la misa fue servida por el arzobispo Vinko Puljic, el clérigo más alto de la Iglesia Católica de Bosnia.
Los manifestantes describieron la misa como un intento oculto de rehabilitar el movimiento nacionalista pro-fascista llevado al poder en Croacia por las tropas fascistas alemanas cuando ocuparon Yugoslavia en 1941.
Su protesta fue una de las mayores asambleas antifascistas religiosas y étnicamente mixtas en Bosnia en más de dos décadas.
“Esta es una terrible farsa. Sarajevo y Bosnia y Herzegovina no se lo merecen”, dijo Sed Sahovic, un manifestante musulmán nacido en el campo de concentración de Old Hradiska dirigido por soldados croatas durante la guerra.
La Iglesia Católica de Bosnia dijo que la misa honró a todas las víctimas inocentes de la guerra y de los acontecimientos de la posguerra, incluidos todos los que murieron sin ser juzgados.