A través de una resolución aprobada el viernes, por 493 diputados contra otros 104 y 67 abstenciones, el Parlamento Europeo (PE) condenó “la terrible muerte de George Floyd en EE.UU., así como asesinatos similares en otras partes del mundo”.
Asimismo, el PE solicitó a las autoridades del país norteamericano que investiguen a fondo el caso de Floyd, el afroamericano que fue asesinato el 25 de mayo por un policía blanco en el estado estadounidense de Minnesota, y denunció las medidas represivas de la Policía contra manifestantes y periodistas pacíficos en EE.UU.
La resolución “lamenta profundamente la amenaza del presidente de Estados Unidos (Donald Trump) de desplegar el Ejército” a fin de sofocar las protestas antirracistas, y manifiesta su apoyo a tales manifestaciones pacíficas en las capitales y ciudades de todo el mundo.
Los eurodiputados señalaron que el uso de la fuerza debe ser siempre legal, proporcionado, necesario y un último recurso, añadiendo que los casos de brutalidad y abusos policiales no deben quedar impunes. Además, recordaron el derecho de los ciudadanos a grabar escenas de violencia policial que puedan utilizarse como prueba.
Por otra parte, los relatores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) manifestaron el mismo viernes su “profunda preocupación” por la creciente retórica de las autoridades estadounidenses contra Antifa (abreviatura de antifascistas), ejemplificada en las recientes declaraciones del fiscal general del país norteamericano, William Barr, en las que se refirió a ellos como “terroristas”.
“El uso con ligereza de retórica en torno al terrorismo socava unas protestas legítimas y reduce la libertad de expresión en Estados Unidos, un pilar fundamental en los valores constitucionales”, expresaron los expertos de la ONU.
Adoptar la violencia como un enfoque para contestar las protestas, según los relatores, aumentará las divisiones y las crecientes tensiones, dando pie a futuras violaciones de los derechos humanos.
La brutalidad policial en EE.UU., sobre todo contra la comunidad afroamericana y otras minorías, ha suscitado críticas de diversas organizaciones pro derechos civiles, ya que aseguran que la comunidad afroamericana es el blanco de una grave e incesante ola de abusos en los que están involucrados los policías.
Últimamente, durante las protestas antirracistas, la Policía estadounidense ha estado usando gases lacrimógenos, granadas y aerosoles de pimienta para reprimir a los manifestantes pacíficos, sin embargo, las protestas continúan.