Bajo el título de “Las manzanas podridas de la agroindustria brasileña”, un estudio divulgado por la revista Science indica que gran parte de la tala ilegal en ese país está asociada con la producción de alimentos relacionados con las exportaciones. En concreto, precisa que cerca del 20 % de la soja y no menos del 17 % de la carne vacuna producida en la Amazonía y en el Cerrado y exportada a la Unión Europea (UE), provienen de tierras deforestadas ilegalmente.
El equipo de investigación, compuesto por 12 expertos de Brasil, Alemania y EE.UU., analizó 815.000 propiedades rurales en los dos mencionados biomas, a través de un ‘software’ de alta potencia.
“Si bien la mayoría de las exportaciones agrícolas de Brasil están libres de deforestación, una porción pequeña pero muy destructiva amenaza con socavar el futuro económico de los agronegocios del país, además de contribuir a la creciente crisis ambiental y climática tanto regional como global”, advierten los autores.
Soja y carne
Los investigadores aseguran que el 45 % de los exportadores de soja y carne de la Amazonía y el 48 % de los del Cerrado no respetan los límites máximos de deforestación establecidos por el Código Forestal brasileño.
El estudio recuerda también que el gigante latinoamericano es el mayor productor de soja a nivel mundial, y que el 69 % de lo que en ese rubro cosecha y exporta a la UE proviene del Amazonas y el Cerrado. En otros términos, calcula que a los mercados de la UE estarían llegando aproximadamente dos millones de toneladas de soja cultivadas en propiedades donde hubo deforestación ilegal.
Con respecto a la carne vacuna, la UE importa desde allí alrededor de 189.000 toneladas anuales. Los investigadores descubrieron que de 4,1 millones de cabezas de ganado comercializadas en mataderos, al menos 500.000 provenían de propiedades que pudieron ser deforestadas ilegalmente.
La publicación coincide con los datos de deforestación publicados la semana pasada por parte del Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe). En junio se registraron alertas de deforestación en 1.034 kilómetros cuadrados, un récord para ese mes desde 2015.
En estos momentos, algunos países europeos están manifestando grandes reticencias a la firma de un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, precisamente por la cuestión ambiental.
