Mientras los españoles celebraban el Día de la Raza, la ciudad de Madrid entró en estado de emergencia. La orden fue emitida por el gobierno español el viernes y verá a los residentes de la capital prohibidos salir de la ciudad e incluso a reuniones al aire libre restringidas a grupos de seis, en un intento por detener el resurgimiento del Covid-19.
Sin embargo, cientos de enfermeras se reunieron en la plaza Puerta del Sol desafiando las restricciones, suplicando al gobierno regional que mejorara sus condiciones laborales.
Con carteles y pancartas, exigieron un aumento salarial, más contrataciones y el fin de los contratos de cero horas, así como el fin de los “abusos” y “amenazas” no especificados que supuestamente han enfrentado en el trabajo.
«Estamos sufriendo violaciones continuas y crecientes de nuestros derechos sociales», dijo un manifestante a la agencia de noticias en video de RT, Ruptly. “Abusos, amenazas, precariedad laboral, mala gestión y todo esto afecta la calidad de la atención que brindamos a nuestros pacientes”.
La manifestación del lunes no es la primera vez que salen a las calles desde que comenzó la pandemia de coronavirus. En abril, cuando España registró el mayor número de trabajadores sanitarios infectados del mundo, las enfermeras y otros trabajadores esenciales organizaron una campaña online, saliendo a las calles de Madrid un mes después para exigir más equipos de protección y una mejora de las condiciones laborales.
La premier regional de Madrid, Isabel Ayuso, calificó anteriormente las protestas con motivaciones políticas.
Las enfermeras no fueron los únicos manifestantes que salieron a las calles el lunes. Un pequeño grupo de manifestantes realizó una manifestación automovilística en la capital española para protestar por las nuevas medidas de bloqueo en una concentración organizada por el partido populista Vox.
