El portavoz del Ministerio chino de Defensa, el coronel mayor Wu Qian, rechazó el jueves los informes de que Washington está considerando usar drones MQ-9 Reaper para atacar algunas de las islas en el disputado mar de la China Meridional en caso de una situación desfavorable para la campaña electoral del presidente Donald Trump, afirmando que altos funcionarios de ambos ejércitos mantuvieron una conversación telefónica la semana pasada y acordaron fortalecer la comunicación, así como manejar adecuadamente las diferencias y desacuerdos.
Según el funcionario chino, el secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, ya ha aclarado a través de canales militares y diplomáticos que los informes relevantes no son consistentes con los hechos y la parte estadounidense no tiene intención de crear una crisis militar contra China.
“Mantener la comunicación entre los dos ejércitos es muy importante en las circunstancias actuales. Instamos a la parte estadounidense a mantener sus palabras, tomar medidas efectivas para detener las provocaciones militares en los espacios marítimos y aéreos alrededor de China y detener cualquier acción que dañe los intereses fundamentales de China y preocupaciones importantes”, señaló Wu en una rueda de prensa.
Wu dijo que Estados Unidos debería caminar con China hacia el mismo objetivo en lugar de continuar provocando en los espacios marítimos y aéreos aledaños.
No obstante, continuó, “si alguien se atreve a provocar un conflicto en el mar, la parte china luchará resueltamente para salvaguardar su soberanía nacional y sus intereses de seguridad”.
Estas declaraciones de Wu llegan en medio de la escalada de tensiones entre ambas potencias sobre una gama de ámbitos, como el comercio, la competencia tecnológica, la pandemia del nuevo coronavirus —causante de la COVID-19—, los derechos humanos, Taiwán, Hong Kong, y también la situación en el mar de la China Meridional.
El mar de la China Meridional es una extensión muy disputada del océano Pacífico, y China reivindica casi el 90 % de su soberanía.
Esta región es constante escenario de tensiones entre el gigante asiático y EE.UU. En los últimos meses, buques de guerra y aviones norteamericanos han intensificado sus patrullas navales y aéreas en las proximidades de los islotes controlados por Pekín, so pretexto de defender “la libertad de navegación”. Sin embargo, China ha considerado este gesto como una ‘provocación’ y le ha pedido retiradas veces a Washington evitar “riesgos y posibles accidentes”.
