“Todas las medidas tomadas por los países occidentales no tienen nada que ver con la lucha contra el terrorismo en Siria, y su objetivo real es saquear de manera impune la riqueza nacional de un Estado soberano miembro de las Naciones Unidas”, alertó el comité de coordinación ruso-sirio en un comunicado emitido el jueves.
El documento asevera que Estados Unidos está enfocado en fragmentar Siria y reforzar su presencia militar en las regiones ricas en petróleo en el noreste de este país, y recuerda las declaraciones del expresidente norteamericano Donald Trump, quien afirmó que el petróleo es prácticamente la razón más importante de la presencia de las tropas estadounidenses en el territorio sirio.
Las fuerzas de la llamada coalición anti-Daesh, prosigue el comunicado, que justifican su presencia en Siria, bajo la excusa de la lucha contra el terrorismo, están prácticamente estimulando las actividades de los grupos armados al ofrecerles apoyos armamentista y financiero y entrenar a sus milicianos, al tiempo que ejercen presión económica sobre el Gobierno y el pueblo de Siria.
“La presencia militar ilegal de los países occidentales y sus actividades desestabilizadoras en Siria requieren una atención básica por parte de la comunidad internacional, ya que todo esto contribuye al deterioro de la seguridad y las condiciones económicas no solo en Siria, sino en toda la región de Asia Occidental”, subrayó.
Las regiones orientales y nororientales de Siria son ricas en recursos petroleros y EE.UU. sigue enviando suministros bélicos y logísticos a estas zonas, so pretexto de “proteger” los pozos de petróleo de los grupos terroristas, pero, en realidad, lo que busca es robarse el crudo sirio, de acuerdo con una denuncia de Damasco, así como de varios observadores.
EE.UU., en plena cooperación con sus afiliados kurdo-árabes, las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), ha trasladado en numerosas ocasiones el petróleo extraído del suelo sirio, sin autorización para ello de Damasco, a Irak.
