Una caravana compuesta por 45 camiones que transportaban equipos militares, combustible y vehículos con tracción en las cuatro ruedas (4WD) ingresó el sábado al territorio sirio, procedente de Irak, a través del cruce fronterizo de Al-Walid, según informó la televisión rusa RT en lengua árabe, citando a fuentes locales.
Los vehículos se encaminaron por la estratégica autopista M4 y entraron en las provincias ricas en petróleo de Al-Hasaka (noreste) y Deir Ezzor (este), donde Estados Unidos ha desplegado cientos de soldados en sus bases militares ilegales.
EE.UU. sigue enviando suministros bélicos y logísticos a las zonas orientales y nororientales del país árabe, so pretexto de “proteger” los pozos petroleros ante las posibles invasiones de los grupos terroristas, pero, en realidad, lo que busca es robarse el oro negro de Siria, de acuerdo con una denuncia de Damasco.
EE.UU. y sus aliados, las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), en numerosas ocasiones, han trasladado el petróleo extraído del suelo sirio sin autorización de Damasco a Irak.
Siria condena el robo “a mano armada” de su petróleo y resalta que, en cuanto se produzca la liberación de la provincia noroccidental de Idlib —considerada el último bastión de los terroristas en el país árabe—, su Ejército se dedicará a erradicar a las tropas ocupantes.
