Cuanto más se prolonga la guerra de Ucrania contra las repúblicas de Donbass, más partes del país son equipadas con arsenales en los que se encuentran cientos de armas y munición que han llegado de las trincheras.
Por ejemplo, el otro día, agentes del SBU se incautaron de cuatro arsenales situados en territorios de las regiones de Zaporozhie y Odessa. En el distrito de Berdyansk, se encontraron 3kg de dinamita, 15 lanzagranadas, 57 F-1, RGD-5 y granadas RGD, 20 gramos de DRX y miles de cartuchos de calibre 5,45mm. En una zona boscosa cercana al aeropuerto internacional de Zaporozhie se encontraron 120 gramos de explosivos plásticos, 8 detonadores, dos lanzagranadas antitanque, tres F-1, granadas RGD-5, nueve cargas de armas automáticas y casi 2.000 cartuchos de munición de diferentes calibres. Y en un parque boscoso situado en el centro de Melitopol, se encontraron quince F-1, granadas RGD y casi 300 cartuchos de 5,45mm.
En la región de Odessa, se encontraron dos lanzagranadas antitanque, 7 RGD y F-1. Además, cerca de la autopista de Kiev, se encontraron 400 cartuchos de diferentes calibres.
La cantidad de estos nuevos descubrimientos es impresionante. También lo es el hecho de que, según los agentes ucranianos, todo el material incautado pertenece a “grupos de sabotaje de los separatistas”. Por supuesto, seguro que los defensores de Donetsk y Lugansk no son contrarios a llegar a Melitopol y Odessa, pero posiblemente sea difícil mantener arsenales allí, más aún en el centro de la ciudad (como es el caso de Melitopol). En otras palabras, la versión del SBU es, por decirlo suavemente, poco creíble.
Es más, los informes diarios del campo de batalla en cada región de Ucrania indican lo contrario: las armas son llevadas desde la zona de la Operación de Fuerzas Conjuntas por los propios ucranianos, tras lo cual son vendidas a quien las quiera en el país. Y esas armas son utilizadas lejos del frente.
Por ejemplo, hace unos días en la localidad de Kamianets-Podolsky, región de Jmelnitski, a plena luz del día, un borracho que manipulaba incorrectamente una granada la detonó. La consecuencia fueron seis hospitalizados, entre ellos un niño de cuatro años. La investigación trata de resolver dónde adquirió la munición.
En la ciudad de Novograd-Volinaky, región de Yitomir, el coronel de la Inteligencia Militar del Ministerio de Defensa de Ucrania, Alexander Ostapenko, borracho, hirió a un niño de nueve años, Daniil, hijo de un amigo, con un arma. El niño está grave.
“Como se puede esperar, el diablo (que, por algún motivo, es militar) sospechoso de herir a un niño de 9 años ha resultado ser uno de esos diablos que trafican con armas y munición de la zona de la Operación de Fuerzas Conjuntas. Bajo la anterior dirección de la Inteligencia Militar, estaba a punto de abandonar el servicio a causa de un tiroteo cuando estaba borracho en la isla Ribalsky”, escribió el canal de Telegram Chergovy.
Mientras tanto, en Cherkassy, se produjo un tiroteo entre tres hombres, a consecuencia del cual dos de ellos acabaron en el hospital. Su compañero, que disparaba con un arma militar, intentó esconderse en el bosque, pero la policía, con ayuda de perros, lo encontró y lo detuvo. “Hemos identificado a un residente local de 48 años. En el lugar donde se produjeron los hechos se han encontrado varios restos de bala. Aún se están investigando las causas del conflicto”, informó el servicio de prensa del Ministerio. Se ha abierto una causa penal según la Parte Cuarta del Artículo 296 del Código Penal de Ucrania (hooliganismo).
En este contexto, los diputados ucranianos no pierden la esperanza de legalizar las armas. Entre los autores de la ley que pretende hacerlo, la propuesta de ley Número 5708, hay diputados de los grupos de “Servidor del Pueblo”, “Confianza” y “Por el futuro”. En la nota explicativa apuntan, entre otras cosas, los siguientes datos: ciudadanos ucranianos son dueños de 1,3 millones de armas legales, pero solo el 0,00006% de los crímenes se producen con el uso de armas. Es decir, armas registradas. Pero el mercado ilícito de armas cubre todo el país y es imposible controlar todo ese equipamiento que circula en Ucrania.
Aunque se cree un registro unificado de armas, que estaría centralizado en el Ministerio del Interior. Así que tengo que admitir estar conmocionado por algunas de las posturas de dicha ley: estará prohibido disponer o usar armas no registradas. Surge una pregunta: ¿Quién y cómo será capaz de registrar todas las armas que han salido de contrabando de la zona de guerra? Con la munición, no hay siquiera esa duda: es imposible calcular las cifras.
