El número de ciudadanos franceses que están abiertamente en desacuerdo con la reciente introducción de un llamado ‘pase de salud’ en el país se ha duplicado desde mediados de julio, y el movimiento no muestra signos de perder fuerza, según los informes, los servicios de inteligencia policial advirtieron al gobierno. .
En una nota enviada el jueves, la inteligencia territorial central de Francia dijo que estima que al menos 250.000 personas se manifestarán durante el fin de semana, informa Radio France de Franceinfo.
Muchas familias están dispuestas a participar, según ha demostrado el análisis de inteligencia, y los padres están «generalmente hartos» de los cierres de escuelas durante la pandemia y no están seguros de las reglas de salud en las instituciones educativas al comienzo del nuevo año escolar.
Ya se han planificado casi 200 protestas en todo el país para el fin de semana, y se dice que el movimiento contra el pase de salud es especialmente activo en el sur de Francia, según se informa, advirtió la nota de inteligencia, que pide una mayor movilización de las fuerzas del orden. Si bien se espera que las protestas sean pacíficas, algunos «ultras tanto de izquierda como de derecha» podrían unirse, dijeron las autoridades, con «agitadores profesionales» tratando de infiltrarse y posiblemente organizar provocaciones.
Esta semana, el país verá su quinto fin de semana de protestas masivas condenando el endurecimiento por parte del gobierno de las restricciones contra el coronavirus para los no vacunados. Cuando a mediados de julio se introdujo el «pase sanitario» para entrar en determinados lugares e instituciones, alrededor de 114.000 personas salieron a las calles durante el fin de semana siguiente, según estimaciones oficiales.
La semana pasada, el número de manifestantes aumentó a más de 237.000 en toda Francia, y los participantes dijeron que las nuevas medidas, que estarán vigentes hasta al menos noviembre, ofenden sus libertades personales, valoradas en el país europeo desde su revolución de 1789.
A pesar del resentimiento masivo, el Tribunal Constitucional de Francia aprobó el uso del controvertido pase. Originalmente requerido en lugares culturales como cines y museos, el pasaporte de la vacuna se hizo obligatorio para visitar bares y restaurantes, así como para viajes en tren y avión. El tribunal también dictaminó que era constitucional hacer que la vacuna fuera obligatoria para los trabajadores de la salud. Mientras tanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, reiteró esta semana sus llamados para que más personas se vacunen, y dijo que la situación de salud en el país es «más que delicada».