Ya transcurrieron más de 6 semanas desde que el Gobierno hiciera obligatoria la vacunación contra la COVID-19 y el uso del pase sanitario, decisión que tanta polémica ha generado.
Este sábado, miles de personas salieron por octava semana consecutiva a las calles para participar en una nueva protesta contra las restricciones por COVID-19 y la vacunación obligatoria.
Horas antes, los manifestantes se reunieron en el parque Champ de Mars cerca de la Torre Eiffel. Allí, Florian Philippot, el líder del partido de derecha Patriots, pronunció un breve discurso antes de que la columna comenzara a moverse. La marcha comenzó a alrededor de la 12:30 del mediodía.
Con banderas nacionales y gritos por la “libertad”, exigían la dimisión del presidente Emmanuel Macron. Otras dos protestas contra los pases de COVID-19 fueron organizadas por el movimiento de los chalecos amarillos. También hay protestas programadas en diversas ciudades más.
Ante unas cifras que podrían reflejar un debilitamiento de la movilización contra las vacunas, la medida parece estar decidida y los franceses ya están casi acostumbrados a mostrar un comprobante de vacunación completa, una prueba negativa o un documento de recuperación reciente de coronavirus.
La entrada a lugares públicos, como restaurantes o cines, así como a eventos culturales y deportivos está prohibida a aquellos que no tengan uno de estos documentos. Presentar este pasaporte, también, es necesario para viajar en avión, tren o autobús.