Recientemente el Congreso de los EE.UU. presentó un “Proyecto de Ley de la Política de Armas Biológicas” que estipula la detención del desarrollo de armas biológicas de algunos países como China y Rusia.
El diputado al congreso que propuso tal proyecto enfatizó que este proyecto está apuntando particularmente a China y alzó su voz diciendo que “El COVID-19 hizo una advertencia a la seriedad de la amenaza biológica.” y que “Es necesaria una estricta supervisión sobre las investigaciones biológicas de algunos “Estados preocupantes”.
Por otro lado, China rechazó firmemente la politización de los EE.UU. del problema de la investigación del origen del virus y demandó la publicación inmediata de las bases experimentales biológicas de los EE.UU. que están instaladas en todo el mundo.
Recientemente el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China criticó diciendo que EE.UU. es el único país que ha obstaculizado las negociaciones del sistema de verificación de la Convención sobre la Prohibición de las Armas Biológicas (BWC) continuadamente durante los últimos 20 años y que este país está aplicando la pauta de doble rasero al demandar la investigación sobre el Instituto de Virología de Wuhan, negando el acceso libre al Instituto de Investigación Epidémica de Fort Detrick.
Las prensas y especialistas de muchos países del mundo criticaron a los EE.UU. por haber establecido laboratorios de armas biológicas en todas partes del mundo incluyendo a Corea del Sur y elaboraron y ejecutaron en secreto proyectos criminales de investigación de armas bioquímicas.
Ellos propusieron que los EE.UU. deberían publicar los datos sobre las infecciones iniciales del COVID-19 con una actitud transparente y responsable y participar activamente en la investigación de la sociedad internacional de las más de 200 bases experimentales biológicas que están en el ultramar, incluyendo el Instituto de Investigación Epidémica de Fort Detrick.
Los EE.UU. deberán, en conformidad con la unánime demanda de la sociedad internacional, abandonar su conducta de doble rasero y su vicio crónico de tapar sus huellas criminales y cuestionar a ciegas a otros.
Los EE.UU. deberán permitir una verificación de su “sinceridad” y “transparencia” ante la sociedad internacional antes de cacarear sobre la “supervisión” de otros países.
