El artículo informa de que desde mayo de este año el Mando de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha realizado ejercicios en Alaska. El objetivo principal es practicar aterrizajes y despegues en el mayor número posible de pequeños aeródromos.
«Este ejercicio fue un ensayo para una guerra a gran escala con Rusia. La Fuerza Aérea espera que los rusos ataquen grandes bases con misiles balísticos y de crucero en tiempos de guerra», explicó el especialista en el artículo.
Así, en caso de conflicto, el Ejército del Aire puede garantizar que al menos algunos aviones sobrevivirán al bombardeo y podrán contraatacar.
El autor del texto señaló que la base militar de la isla de Shemya está en una ubicación ideal para interceptar los aviones de guerra rusos sobre las aguas del mar de Bering.
«Esta isla está a sólo 200 millas (322 kilómetros) de la costa rusa. Ningún otro aeródromo estadounidense, ni un portaaviones, puede colocar aviones tan cerca de Rusia», subrayó Forbes.
Según Axe, volar a Shemya es arriesgado porque el aeródromo está alejado y los pilotos tendrán que luchar contra la niebla y las tormentas constantes.