“Rusia considera que los acontecimientos violentos provocados desde el exterior en el país amigo tienen como objetivo perturbar su seguridad e integridad. Ayudaremos a los esfuerzos por restablecer la vida normal en Kazajistán”, explicó el viernes el embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoli Antonov.
En una entrevista con el diario estadounidense Newsweek, el diplomático ruso denunció también las “injerencias militares occidentales”, en particular de Estados Unidos y sus aliados, en la región de Asia Occidental y Afganistán con el pretexto de defender los derechos humanos y la democracia, lo que ha causado la propagación de ideologías radicales en Asia Central, agregó.
De hecho, la denominada “guerra contra el terrorismo” declarada por Estados Unidos después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, la invasión de Irak en 2003 y los esfuerzos de cambio de gobierno en Libia y Siria iniciados en 2011 han fomentado más conflictos en Asia Occidental, dando origen al término “guerras eternas”, utilizado tanto por el actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, como por Donald Trump.
El miércoles, miles de manifestantes salieron a las calles de Kazajistán, por cuarto día consecutivo, para protestar contra el aumento del precio del gas licuado desde el comienzo del año nuevo. Es más, el Gobierno kazajo ha anunciado la muerte de varias personas como consecuencia de los enfrentamientos desatados entre los agentes del orden y la multitud enfurecida en las manifestaciones.
Al respecto, la Cancillería rusa advirtió el jueves que dichas protestas en Kazajistán son “un intento inspirado desde el exterior para socavar por la fuerza, con el uso de grupos armados entrenados y organizados, la seguridad e integridad” del país centroasiático, y, anunció su apoyo al Gobierno kazajo para poder adoptar “las medidas urgentes” ante el aumento de la violencia.
Esta medida de Rusia ha entrado en vigor debido a un acuerdo de seguridad colectiva firmado en 1992 entre Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kirguistán, Kazajistán y Tayikistán para ofrecer apoyo inmediato a las partes del tratado, en el caso de una agresión o un ataque armado ante la seguridad, estabilidad, integridad territorial y soberanía de estos países miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).