El presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró este lunes durante una reunión virtual del Consejo de Seguridad Colectiva de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) que el ataque a Kazajistán fue un «acto de agresión» al que era «necesario» reaccionar «sin demora».
«Entendemos que la amenaza que ha surgido para la condición de Estado de Kazajistán no se debe a acciones de protesta espontáneas por los precios del combustible, sino al hecho de que fuerzas destructivas internas y externas se aprovecharon de la situación«, señaló el mandatario ruso.
Putin dijo que Kazajistán se enfrentó a «la agresión del terrorismo internacional». «¿De dónde salieron esas bandas de personas armadas, entrenadas en centros extranjeros y claramente con experiencia de combate en puntos calientes del planeta?», preguntó el jefe de Estado ruso. «Su ataque a Kazajistán […] fue esencialmente un acto de agresión. […] Era necesario reaccionar a todo esto sin demora», aseveró el presidente y afirmó que para coordinar las protestas en Kazajistán se utilizaron las mismas tácticas empleadas en Ucrania en 2014.
Putin recordó que las fuerzas de mantenimiento de la paz de la OTSC fueron enviadas a Kazajistán sobre la base de una solicitud oficial de ese país y en pleno cumplimiento del artículo 4 del tratado sobre seguridad colectiva de 1992, que establece que, en caso de agresión contra cualquiera de los Estados miembros, todos los demás países brindarán el apoyo y la asistencia necesaria, incluida la militar. Además, Putin señaló que el contingente de mantenimiento de la paz, cuyo despliegue es «extremadamente oportuno y legítimo», permanecerá en Kazajistán por un período limitado y será retirado luego de cumplir con sus funciones.
De acuerdo con el mandatario de Rusia, los eventos en Kazajistán «no son ni el primero ni el último intento de injerencia externa en los asuntos internos» de los países de la OTSC, pero las medidas tomadas por estas naciones han demostrado que no permitirán que en sus territorios tengan lugar escenarios de las ‘revoluciones de color’.
En este sentido, Putin propone pedir a los secretarios de los consejos de seguridad de las naciones de la OTSC que presenten propuestas para contrarrestar conjuntamente los intentos de interferencia externa. Los países de la OTSC deben «estar listos para rechazar cualquier provocación para que tragedias como la de Kazajistán no tomen a nadie desprevenido en el futuro», dijo el mandatario, agregando que Moscú tiene la intención de continuar dando atención prioritaria al fortalecimiento de las relaciones con todos los países de la OTSC.
Putin asimismo subrayó que la situación en Kazajistán está volviendo gradualmente a la normalidad, y que varias instalaciones cruciales están siendo «limpiadas totalmente de terroristas». «Estoy seguro de que mediante esfuerzos conjuntos en un futuro muy cercano la situación en todo el país será completamente controlada y se estabilizará», declaró.
- Las protestas en Kazajistán desembocaron en violencia, enfrentamientos con la Policía y saqueos. Lo que empezó justo después del Año Nuevo como manifestaciones contra el aumento de los precios del gas licuado de petróleo pronto adquirió un cariz político, con exigencias para apartar del poder a todos los corruptos y mejorar el nivel de la vida de la población