Los relatores independientes del organismo multilateral señalaron el lunes en un comunicado que en la cárcel de la Base Naval de Guantánamo —territorio que ocupa de forma ilegal Estados Unidos en Cuba— se cometen “violaciones implacables” de las garantías fundamentales de los detenidos.
“Practicar detenciones arbitrarias sin juicio, acompañadas de tortura o malos tratos, son simplemente inaceptables para cualquier gobierno, pero particularmente para el estadounidense, que se dice protector de los derechos humanos”, fustiga la nota, emitida con motivo de conmemorarse los 20 años de la llegada de los primeros detenidos a la ilegal base estadounidense.
El conjunto de expertos en derechos humanos condenó la impunidad con que actúa el Gobierno estadounidense ante los culpables de prácticas de torturas y crímenes contra la humanidad en dicha prisión. “Guantánamo es un símbolo de la falta sistemática de rendición de cuentas y prohibición de la tortura patrocinada por el Estado”, se lee en el texto.
En este marco, los relatores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exigieron a la Administración estadounidense de Joe Biden, el cierre del centro y la liberación de los detenidos, así como reparación por los afectados por prácticas inhumanas como “el uso sistemático de la tortura y otros tratos cueles, inhumanos o degradantes” contra cientos de detenidos en Guantánamo.
Feo capítulo de violaciones por EEUU
Por otro lado, los expertos mostraron su preocupación por la población carcelaria enferma y envejecida que ha sufrido atropellos durante todo este tiempo y repudiaron la falta de asistencia médica adecuada en el centro pidiendo la terminación de “este feo capítulo de violaciones despiadadas de los derechos humanos”.
Es más, señalaron que, en 2003, esa prisión albergaba a 700 reclusos y subrayaron que dos décadas después aún quedan 39 detenidos de los cuales solo nueve han sido acusados o condenados por algún delito y trece serán trasladados. También revelaron que entre 2002 y 2021, murieron nueve detenidos bajo custodia, dos por causas naturales y siete se suicidaron, a pesar de que ninguno de ellos había sido acusado o condenado de algún delito.
