Daniela Leyva Fernández.— Un grupo de activistas en Canadá manifestó su indignación por la práctica de la eutanasia a personas en condiciones de pobreza que no presentan enfermedades terminales.
Según TeleSur, en los últimos días, dos casos llamaron la atención sobre la puesta en práctica de la eutanasia como solución a casos de personas en condiciones de vulnerabilidad.
De ellos, uno corresponde a una mujer que presentaba sensibilidad severa a los productos químicos, la cual solicitó durante años una vivienda donde pudiera permanecer libre de productos industriales.
El segundo se trata de una joven en situación de discapacidad y en condiciones económicas vulnerables.
Por su lado, los activistas exigieron una mayor intervención estatal para abordar los sectores vulnerables y brindarles una vida digna, en vez de otorgar un procedimiento para acabarla.
En una entrevista a la doctora y especialista en asistencia, Chantal Perrot, explicó que «la vivienda inadecuada no es uno de los criterios de elegibilidad para la asistencia médica a la muerte. Aunque las circunstancias de vida de alguien puedan contribuir a su sufrimiento, no constituyen la condición médica grave e irremediable que debe existir».
En 2016, reporta TeleSur, al aprobar la Ley C-14, que permite la eutanasia y el suicidio asistido por un médico, el Parlamento dictaminó que el Estado canadiense deberá cubrir los costos de la eutanasia para las personas que sufran una enfermedad terminal con muerte natural previsible y que sean demasiado pobres para costear este procedimiento.
Igualmente, en 2021, expresó su apoyo para que el programa de Asistencia Médica para Morir (MAID) se amplíe a las personas que padecen enfermedades mentales irremediables.
Surgiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cimas de la miseria…»humana»