Así denunció el representante permanente alterno de la isla ante la ONU, Yuri Gala, en su comparecencia la víspera ante el Comité de Relaciones con el País Anfitrión.
Según destacó el embajador, el País Anfitrión aplica de forma selectiva y arbitraria el Acuerdo de Sede, y abusa de esa condición en clara violación del principio de igualdad soberana, refrendado en la Carta de las Naciones Unidas.
La ONU no puede ser cómplice de ese incumplimiento reiterado, en perjuicio de la Carta, el Acuerdo de Sede, la Convención sobre Prerrogativas e Inmunidades de 1975 y otros instrumentos internacionales, afirmó Gala.
A los diplomáticos cubanos acreditados ante Naciones Unidas y sus familias se les ha impuesto arbitrariamente una política de restricción de movimientos, lo cual constituye un obstáculo para el adecuado desempeño de sus funciones, subrayó.
Por otra parte, el embajador rechazó el trato discriminatorio en el otorgamiento de visas por parte del País Anfitrión en relación con algunos Estados Miembros de la ONU.
Esta es una violación que no solo entorpece el trabajo de la organización, sino que imposibilita que las delegaciones ejerzan sus funciones en igualdad de condiciones, recalcó el diplomático cubano.
Recientemente, la Asociación de Corresponsales de Naciones Unidas (UNCA, por sus siglas en inglés) también se pronunció sobre un tema relacionado con la demora por parte de Estados Unidos en la entrega de visado a dos corresponsales cubanos acreditados ante el organismo multilateral.
La UNCA consideró inexplicable el retraso en la entrega de visas a dos periodistas de Prensa Latina -con sede principal en La Habana- acreditados ante la ONU: Ibis Frade y Ernesto Redonet.
En reiteradas ocasiones, países como Cuba, Venezuela, Irán, la República Popular Democrática de Corea y otros han denunciado que Estados Unidos suele incumplir con sus obligaciones como país sede del organismo multilateral.
Al respecto, señalan que la nación norteña no puede continuar utilizando impunemente esa condición para aplicar selectiva y arbitrariamente el Acuerdo de Sede en función de su agenda política.
