La operación, llevada a cabo el jueves por las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, destruyó cuatro puntos de control para drones (GCP, por sus siglas en inglés) en un campamento perteneciente al grupo terrorista Frente Fath al-Sham (anteriormente Frente Al-Nusra) en Idlib, según ha informado el mayor general Oleg Yegorov, subjefe del Centro Ruso para la Reconciliación de las Partes Oponentes en Siria.
El ataque pulverizó 20 aviones no tripulados (drones) de combate desplegados en el campamento, ubicado en el barrio Sheij Yusef, en el oeste de Idlib, y dejó más de 120 bajas en las filas del grupo terrorista, apoyado por Estados Unidos, ha dicho el alto cargo ruso.
Asimismo, el general Yegorov ha avisado que el Frente Fath al-Sham y los llamados ‘cascos blancos’ se están preparando para lanzar varios ataques de bandera falsa contra la infraestructura civil y áreas residenciales y atribuirlos a las fuerzas rusas.
Rusia ha denunciado una y otra vez que EE.UU. fortalece la posición de los terroristas del Frente Fath Al-Sham en el norte de Siria.
Los reportes indican que Washington, haciendo uso de los elementos del Frente Fath Al-Sham y prestándoles ayudas, ha estado expoliando los campos petrolíferos de la región de Idlib, una zona considerada el último bastión de los extremistas en el país árabe.
El Gobierno sirio ha denunciado en reiteradas ocasiones la presencia militar ilegal de EE.UU. en Siria, acusándole de entrenar, financiar y armar a las bandas terroristas, a fin de operar contra el legítimo Ejecutivo del presidente sirio, Bashar al-Asad.
Damasco, además, ha denunciado en distintas ocasiones el saqueo de su petróleo por Washington, subrayando que los territorios y los recursos naturales del país pertenecen a los sirios, y el Ejército sirio, por lo tanto, debe controlarlos, y expulsar a los invasores y sus aliados terroristas.
