Moscú, 1943. De A. Gorkin
Todos los pueblos soviéticos, unidos en confraternidad de combate, animados por su guía y jefe militar, camarada Stalin, sostienen en inmenso territorio una heroica lucha contra su más vil y pérfido enemigo: la Alemania hitleriana. La U.R.S.S. ha recibido sobre sí todo el peso del golpe de las legiones blindadas hitlerianas.
Y en este singular combate entre la Unión Soviética y la Alemania fascista y sus vasallos, el glorioso Ejército-Rojo y la Marina de Guerra, defendiendo su multinacional Patria, asestan al enemigo golpe tras golpe, aniquilando en encarnizados combates su fuerza viva y su material de guerra.
El enemigo fascista contaba en sus proyecciones políticas, que la multitud de naciones, pueblos, grupos étnicos tribus que conformaban la URSS, traicionaran el gran proyecto soviético y se pusieran a su disposición, ese sueño fascista no se cumplió, las diferentes naciones y grupos étnicos jugaron un papel importante en la defensa de la patria soviética. Es indudable también que individuos, ligados a las antiguas clases dominantes y otros pocos ambiciosos se pusieron al servicio del Reich, pero su número fue muy pequeño respecto a las proyecciones y sueños de Hitler.
Capítulos:
- De la «cárcel de pueblos» zarista a la gran confraternidad de naciones.
- Lo que el poder soviético ha dado a los pueblos de la U.R.S.S.
- La unidad de lucha de los pueblos soviéticos es cada día más solida.
–https://www.dropbox.com/s/8pw3ner1ckibgrb/unidad-y-confraternidad.pdf?dl=0
