Según autoridades del estado sureño, la medida forma parte de un plan para “luchar contra el nivel récord de inmigración ilegal”, lo cual recibió críticas en las redes sociales.
“Desperdiciar el dinero de los contribuyentes solo para hacer felices a los racistas”, escribió un usuario en Twitter.
El diario The Texas Tribune informó que la Guardia Nacional trabaja en función de desplegar 10 vehículos blindados de transporte de personal a los límites en el sur, así como aumenta los vuelos de aeronaves y los esfuerzos de seguridad.
El Título 42, política heredada del mandato de Donald Trump (2017-2021), permite expulsar rápidamente a las personas provenientes de otros países con el pretexto de la pandemia de Covid-19, sin darles oportunidad de asilo.
Reportes de prensa denunciaron que la disposición se ha ejercido de forma desigual por nacionalidad, y es aplicada principalmente a personas provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador, además de los mexicanos.
En la pasada semana, el juez de distrito Emmet Sullivan ordenó a la administración de Joe Biden anular las restricciones y calificó a la aplicación del Título 42 de “arbitraria y caprichosa”.
De inmediato, el Departamento de Justicia solicitó al magistrado permitir que su sentencia entre en vigor el 21 de diciembre, por lo cual en estas semanas el Gobierno realiza una presunta transición para administrar la frontera de forma segura.
Según medios, el fin de esa política hace prever una llegada masiva de solicitantes que aguardan en México la ocasión de atravesar la frontera.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que enfrentará esa situación como si se tratase de una “invasión” y envió una carta al presidente Joe Biden, en la cual lo responsabiliza por su supuesta política de “fronteras abiertas”, que desencadenó “una crisis sin precedentes de migración ilegal”.
Además, indicó que proyecta desplegar cañoneras y celebrar acuerdos con otros estados para enviar recursos de seguridad a los condados limítrofes.
Desde abril de este año los gobernadores republicanos de Texas, Arizona (Doug Ducey) y Florida (Ron DeSantis) reubicaron casi 13 mil indocumentados en ciudades dirigidas por demócratas en señal de presunta protesta por políticas de Biden.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, en el año fiscal que finalizó el pasado 30 de septiembre las autoridades norteamericanas detectaron a más de 2,76 millones de personas que pretendían cruzar la frontera de Estados Unidos ilegalmente, el mayor número jamás registrado.