“No esperen que una vez que se aprovechen de la debilidad de Rusia, obtengan dividendos para siempre. Los rusos siempre vienen a por su dinero. Y cuando lo hagan, no intenten apoyarse en los acuerdos jesuitas que han firmado, supuestamente para justificarse. No valen ni el papel en el que están escritos. Así que o juegan limpio con los rusos o no jueguen”. — Otto von Bismarck
Viacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal rusa (Cámara Baja del Parlamento), censuró el sábado las polémicas declaraciones de la excanciller alemana Angela Merkel de que los Acuerdos de Minsk se firmaron en 2014 y 2015 con el objetivo de dar tiempo suficiente a Ucrania para fortalecer su Ejército y prepararse para luchar contra Rusia.
“La confesión de Merkel atribuye la responsabilidad moral y material de los acontecimientos en Ucrania a Alemania y Francia [que jugaron como mediadores entre Rusia y Ucrania en las negociaciones que condujeron a la firma de los Acuerdos de Minsk]”, escribió Volodin en su canal Telegram.
El legislador hizo hincapié en que Berlín y Paris “tendrán que pagar una compensación a los residentes de las Repúblicas de Donbás por los ocho años de genocidio y daños infligidos. Esto es solo el comienzo”.
El incumplimiento intencional de Kiev y sus aliados occidentales con sus obligaciones en el marco de los referidos pactos, constituye “no solo una pérdida de confianza, sino también un delito, por el cual los signatarios de los Acuerdos de Minsk –Merkel, [el expresidente francés Francois] Hollande y [el expresidente ucraniano Petro] Poroshenko– deben responder”, subrayó Volodin.
Recalcó, además que la actual crisis que azota Ucrania, ha sido provocada por “las políticas engañosas” seguidas por los líderes franceses y alemanes.