Solo en noviembre, unos 40 combatientes procedentes de la República de Chad, que vivían en una zona de la provincia de Idlib controlada por los terroristas, fueron enviados en tres etapas a territorio turco y, desde allí, a Ucrania, detallaron las fuentes.
El proceso de traslado se coordinó entre las direcciones de las organizaciones terroristas Partido Islámico del Turkestán y Jabhat Fateh ash-Sham (antigua Al Nusra), por un lado, y la Gendarmería de Turquía, por otro. La primera fase tuvo lugar en la zona fronteriza entre la localidad siria de Harem y la ciudad de Reyhanli, en el sur de Turquía, indicaron las fuentes familiarizadas con el asunto.
La organización terrorista Hay’at Tahrir Al Sham y representantes de los combatientes chadianos en Idlib celebraron negociaciones para concretar la ayuda. Hay’at Tahrir Al Sham prometió apoyo para el despliegue en territorio ucraniano y un salario de hasta 6.000 dólares al mes, así como asistencia para enviar a sus familias a Ucrania y proporcionarles alojamiento, de acuerdo con las fuentes.
Durante las mismas negociaciones, los grupos terroristas acordaron que unos 40 combatientes chadianos abandonarán la provincia de Idlib y sus puestos serán ocupados por representantes de Jabhat Fateh ash-Sham. Sin embargo, las fuentes precisaron que no más de 20 combatientes permanecerán en Idlib para mantener su cuartel general en la zona de Darkush, cerca de la frontera sirio-turca.
Los combatientes de Chad entraron en Siria en 2017. Actualmente, están asentados en tres comunidades contiguas entre el pueblo de Yisr al-Shugur, en el sur de Idlib, y varios pueblos del noreste de Latakia. Estos territorios están controlados por el grupo uigur Partido Islámico del Turquestán. Además de los guerrilleros chadianos, luchan combatientes albaneses y uzbekos bajo el protectorado del grupo uigur.