“No nos hemos dejado intimidar por ninguna potencia hegemónica ni por su acoso, y hemos actuado con determinación para salvaguardar los intereses esenciales y la dignidad nacional de China”, ha aclarado el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, en el Simposio sobre la Situación Internacional y las Relaciones Exteriores del país asiático.
Asimismo, ha agregado que el tema de Taiwán es el núcleo de “los intereses fundamentales de China” y es “la piedra angular de los cimientos políticos de las relaciones entre China y EE. UU., y una línea roja que no debe cruzarse en dichas relaciones”.
El alto funcionario ha subrayado que Pekín ha tomado “medidas firmes y decididas” que han disuadido “enérgicamente a los elementos anti-chinos de Estados Unidos y a las fuerzas independentistas de Taiwán” y han demostrado “la voluntad de hierro [de China] para proteger la soberanía y la seguridad nacionales”.
Wang ha aseverado que las autoridades de China utilizaron con éxito la plataforma de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para contrarrestar a Estados Unidos y otros países occidentales y defender sus intereses nacionales, y pudieron recibir el apoyo de muchos países.
En este sentido, el canciller chino ha indicado que las relaciones entre Pekín y Washington se complican por el enfoque de confrontación de la Administración estadounidense. Y ha dicho que debido a que “Estados Unidos siguió considerando obstinadamente a China como su principal competidor y emprendió flagrantes acciones de bloqueo, represión y provocación contra China, las relaciones entre China y Estados Unidos se vieron sumidas en graves dificultades”.
De este modo, China busca fortalecer sus lazos con otros países, así como Rusia. Las relaciones entre Pekín y Moscú “se han profundizado” y, conforme al canciller, ahora “son fuertes como piedra”.
“China y Rusia se solidarizaron con otros países para impulsar firmemente la multipolaridad y una mayor democracia en las relaciones internacionales, se opusieron firmemente a la hegemonía y rechazaron una nueva Guerra Fría”, ha concluido.