Mientras la Organización Mundial de la Salud tiene el propósito de hacerlo en 2030, nuestro país trabaja para lograrlo dos años antes, explica el texto.
A través de Roadmap-2030, nueva estrategia global para detener la trasmisión de la enfermedad, su objetivo es reducir el 90 por ciento de muertes en los países más afectados, añade.
Ese programa cuenta con apoyo del Grupo de Trabajo Global sobre el Control del Cólera, una plataforma integrada por organismos de Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales e instituciones científicas que trabajan para ayudar a enfrentar el cólera a nivel mundial.
Según la notificación, la institución organiza varios “talleres consultivos y de promoción de alto nivel sobre el Plan Nacional de Control del Cólera”, porque “constituye aún una importante amenaza para la salud en la nación”.
El gobierno presentó el Plan en un evento paralelo a la Asamblea Mundial de la Salud celebrada en Ginebra, Suiza, en mayo último.
Desde antes, incluso, las autoridades sanitarias trabajan intensamente con organizaciones de desarrollo para reducir la exposición a esa y otras enfermedades que afectan a la comunidad, asegura el Instituto.
Señala, además, que “el trabajo de prevención y control de brotes frecuentes es muy difícil y requiere un alto costo”.
Sin embargo, apunta, cualquier esfuerzo es necesario para evitar situaciones como las acaecidas en varias partes del país entre 2015 y 2021, cuando fueron diagnosticados más de 105 mil casos y fallecieron miles de personas.
Varios informes oficiales dan cuenta de que el cólera afecta sobremanera a 47 de los países más pobres del mundo y, cada año, provoca la muerte de 21 mil a 143 mil ciudadanos.
Su impacto es mucho mayor en África, donde es endémica en varias regiones y las tasas de letalidad son muy superiores a las registradas mundialmente.
