La situación en la zona de Donetsk

El año terminó en Ucrania y en Donbass sin cambios con respecto a los acontecimientos de los últimos días: apenas 48 horas después del último ataque con misiles, Rusia volvió a lanzar un ataque significativo. Pese a los daños que se produjeron, Kiev continúa alegando haber derribado la práctica totalidad de los misiles. Con el ataque, Moscú mostraba otra vez que las constantes declaraciones de Ucrania y sus socios occidentales sobre la escasez de misiles en los arsenales rusos, que se repitieron a lo largo de todo el año comenzando ya en marzo, cuentan con grandes dosis de propaganda de guerra. El relato es en esta guerra tan importante como la realidad del frente.

Ucrania, por su parte, continuó con su hábito de disparar indiscriminadamente contra la ciudad de Donetsk, blanco de la artillería ucraniana desde finales de mayo, con lo que Kiev busca un doble objetivo. Los daños materiales y el constante goteo de civiles muertos y heridos en diferentes zonas de la ciudad, incluido el centro, antes protegido de los bombardeos, es una forma de castigo colectivo a una población que no solo ha rechazado al Gobierno de Ucrania, sino que ha permanecido en la ciudad pese al peligro y a las difíciles condiciones. Desde el inicio del verano, Donetsk, principal ciudad de Donbass, sufre de gravísimos problemas de suministro de agua, cuyo control se encuentra en la parte norte de la región, bajo control ucraniano. Desde hace meses, Donetsk, cuya zona urbana contaba antes de la guerra con un millón de habitantes, sobrevive con suministro de agua de apenas unas horas en días alternos, horarios que no siempre pueden cumplirse. Pero al margen de ese castigo colectivo contra una población considerada desleal, los bombardeos y el intento de dificultar la vida busca también minar la confianza de esa población en las tropas y autoridades rusas, que por el momento no han conseguido garantizar servicios que, en una ciudad de tal magnitud, son básicos ni tampoco la seguridad de la población.

La semana pasada comenzaba a hablarse en Rusia del proyecto de instalación de tuberías que procederían a suministrar agua desde la región de Rostov, con lo que lograría por fin una solución, al menos parcial, a un gravísimo problema. La magnitud de la obra que requiere y la distancia que ha de recorrer hace de ella una obra cara. Sin embargo, la otra obra pendiente en Donetsk requiere algo más que una inversión económica. Las fuentes locales denunciaban ayer numerosos bombardeos ucranianos contra la ciudad y se destacaba los 18 proyectiles disparados indiscriminadamente contra zonas residenciales de la ciudad en tan solo tres minutos.

Los bombardeos de Donetsk fueron, a lo largo de 2022, una de las cuestiones más debatidas. Aunque el consenso está en la necesidad de alejar a las tropas ucranianas de la ciudad, la dificultad radica en cómo lograrlo. Todo ello pasa por derrotar a la agrupación ucraniana en la zona, que cuenta con algunas de las más férreas fortificaciones, preparadas por las Fuerzas Armadas de Ucrania a lo largo de los ocho años de la guerra de Donbass. Uno de los puntos clave es la localidad de Avdeevka. Así lo explicaba ayer Boris Rozhin, Colonel Cassad:

1. Un asalto frontal a Avdeevka por la zona industrial o desde Novobajmutovka en las actuales circunstancias no promete resultados significativos, tanto por la falta de fuerzas suficientes para un asalto frontal en esta zona como por la existencia de grandes fortificaciones enemigas y la presencia de la invicta agrupación de Avdeevka, que se encuentra en mucho mejores condiciones que la de Artyomovsk, que ahora mismo se está desangrando.
2. Pero incluso si el comando de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa concentrara fuerzas significativas para tal asalto, es improbable que pudiera hablarse de un ataque rápido sobre Avdeevka si observamos el precedente del lento progreso en Marinka o Artyomovsk. Así que, como se puede adivinar, los bombardeos continuarán.
3. Es más prometedor aumentar la presión al sur de Avdeevka y Tonenkoe, así como reanudar los ataques en dirección a Krasnogorovka, al norte de Avdeevka, y establecer un control más férreo sobre la zona de Kamenka. En otras palabras, son precisas acciones más decisivas contra los flancos de la agrupación de Avdeevka. Pero incluso en las actuales condiciones, eso requeriría reforzar seriamente la agrupación rusa de la zona de Donetsk con efectivos adicionales. Sin embargo, el comando también tiene que tener en cuenta la situación en Ugledar y el frente de Zaporozhie, así como las necesidades de la ofensiva sobre Artyomovsk y Soledar.  
4. Así que, en la actual fase de la operación, no se debe esperar cambios rápidos en la situación de la zona de Avdeevka. Las secciones de Nevelskoe-Vodianoe, Marinka, Artyomovsk o Soledar son más prometedoras.

La situación en Donetsk continuará siendo grave en dos sentidos: las carencias que implica la situación de guerra, especialmente en relación con el suministro de agua, y la falta de seguridad vinculada a los bombardeos ucranianos. Las necesidades son claras, pero no tanto la forma con las que lograrlas. En cualquier caso, para ello, Rusia deberá de dejar de cometer errores graves que pueden resultar mortales y, en ocasiones, incluso catastróficos.. Ayer por la noche, en un ataque muy similar al realizado contra la cárcel de Elenovka hace unos meses, Ucrania utilizó sus HIMARS para atacar una base en la que se estaba destinada toda una unidad de reclutas en la ciudad de Makeevka, en las afueras de Donetsk. La base quedó completamente destruida. La propaganda de guerra ucraniana se jacta de más de medio millar de víctimas mortales. La cifra real es desconocida, pero se sabe ya que se encuentra en las decenas. Rusia no puede pretender proteger a Donetsk o a Donbass si ni siquiera es capaz de proteger a sus reclutas.