La nieve es una “maldición” e incluso “un peligro inminente”, escribe el sitio web panárabe As-Safir Al-Arabi, “cuando cae sobre los pobres, los desplazados y los refugiados en los campos”.
Un temporal de temperaturas bajo cero y fuertes nevadas ha azotado varios países de Oriente Medio, entre ellos Siria y Líbano, para consternación de los refugiados y desplazados de la región.
Desde hace varios días, Líbano, Siria y otros países de la región, como Irak y Jordania, están sumidos en una ola de frío excepcional, “la más intensa de los últimos treinta años”, escribe As-Safir Al-Arabi, en un momento en que sus habitantes “experimentan las condiciones económicas y de vida más duras”.
Las principales víctimas de este clima gélido son las personas más pobres que viven “en casas en ruinas, casas de hojalata o en tiendas de campaña para refugiados que no ofrecen ninguna protección contra el frío o el calor”.
Durante la semana del 17 al 23 de enero, la tormenta causó la muerte de al menos tres niños sirios en campos de desplazados del norte de Siria: tanto en Idlib, donde viven más de un millón de sirios desplazados, como en Alepo.
Unos 6,7 millones de sirios se han visto desplazados internamente por la guerra que asola el país desde 2011. Casi el mismo número de ciudadanos sirios (5,6 millones) han buscado refugio en los países vecinos (Turquía, Líbano, Jordania e Irak).
Además de las actuales condiciones climáticas, más de un millón de refugiados sirios que viven en Líbano sufren también la crisis económica sin precedentes de su país de acogida, donde la electricidad y el fuel se agotan con regularidad.
