Para muchos integrantes del batallón Vostok, los sucesos de 2014 en Ucrania marcaron un punto de inflexión en sus vidas. Inspirados por la idea de volver a formar parte de Rusia, tomaron las armas para defender su familia, su historia y sus valores. Al calor de la batalla lograron forjar una verdadera hermandad que les ha ayudado a mantenerse firmes a pesar de los peligros y dificultades de una larga guerra, cuyo día a día se aleja bastante del romanticismo que algunos imaginan.