Mapuches y pobladores de la sureña comuna de Freire denuncian que las empresas privadas sanitarias cobran precios abusivos por el agua potable, así entregan un servicio deficiente.
La mayoría de su población la componen ancianos, que sobreviven con pensiones de miseria, aplastados por los precios de productos en alza, fijados por el gran empresariado. Incertidumbre, junto a un pésimo servicio de la sanitaria, denuncian los afectados.
En el Chile neoliberal, las aguas están privatizadas. La tenencia de éstas, según la Constitución impuesta por la dictadura derechista, se consagra a grupos empresariales, que fijan los precios, desprotegiendo a consumidores que, como estos, están cansados de abusos.
Manuel Arismendi, Freire