Bolivia produce radiofármacos con tecnología rusa para diagnosticar cáncer

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Bolivia logró la autosuficiencia en radiofármacos, sustancias químicas usadas principalmente para diagnosticar el cáncer, con la producción de un medicamento especial con tecnología rusa, que incluso podría exportarlo.

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La directora ejecutiva de la Agencia Boliviana de Energía Nuclear, Hortensia Jiménez, en entrevista con Sputnik, explicó que este medicamento radiactivo es empleado en la medicina nuclear para diagnosticar diferentes enfermedades oncológicas.

 

“Creo que ha sido un hito importante e histórico para el país. Primera vez en la historia que se da la producción de manera soberana y autónoma de radiofármacos y que permite a Bolivia contar con un sistema de salud que incorpora equipamiento de alta gama, como la tomografía PET/CT y PET/SCAN, un tipo de estudio de imágenes que usa radiofármacos y que permite la detección temprana de enfermedades oncológicas”, señaló.

Este hito fue posible en el ciclotrón (acelerador de partículas) del Centro de Investigación y Desarrollo Nuclear, que construye la empresa rusa GSPI, parte de Rusatom Overseas, en la ciudad de El Alto (oeste).

El ciclotrón ya produce el radiofármaco Fluorodesoxiglucosa, el más utilizado en el diagnóstico de cáncer de pulmón, y tiene la capacidad de fabricar en un futuro otros como flúor-18, yodo-123, yodo-124, circonio-89, carbono-11 para diagnosticar y tratar los diferentes tipos de patologías oncológicas.

“Realmente nos da una autonomía, una independencia en términos de poder contar para toda la población y en nuestro caso, de manera gratuita, a través del Sistema Único de Salud con estos estudios de tomografía PET/CT que requieren los radiofármacos”, destacó Jiménez.

El ciclotrón con el que cuenta Bolivia abastece a los tres hospitales de medicina nuclear, dos de ellas ubicadas en las ciudades de El Alto y La Paz (oeste), y el último en Santa Cruz de la Sierra (este).

“En la región es el primero en su gama, es un TR 24 de fabricación canadiense, es considerado un ciclotrón de alta/media energía. Es decir, que puede producir varios radiofármacos, inclusive, dos de manera simultánea”, puntualizó la funcionaria boliviana.

La producción del radiofármaco comienza en el ciclotrón, que genera el componente activo fluor-18 (sustancia radioactiva). Luego se pasa a una celda caliente de la misma máquina, en el cual se junta con una molécula de glucosa (azúcar) y eso se convierte el medicamento Fluorodesoxiglucosa.

¿Cómo se emplea? El radiofármaco está en una jeringa blindada con protección radiológica y se suministra en el paciente mediante la combinación con suero. Posteriormente, se espera una distribución en el cuerpo, dependiendo del estudio que vaya a realizarse, y luego se efectúa una tomografía PET/CT para el diagnóstico del cáncer.

Consultada sobre el interés de países como Argentina y Brasil en los radiofármacos bolivianos, Jiménez respondió: “En nuestro caso, como el ciclotrón es grande, vamos a poder producir radiofármacos que tienen una vida media más larga y eso nos permite con mayor facilidad su exportación. Tanto Brasil como Argentina han mostrado interés en poder adquirir este tipo de radiofármacos de vida media más alta”

La autoridad boliviana relató que el complejo nuclear en su conjunto entrará en funcionamiento en 2025 y para ello están acelerando los trabajos, para llegar de acuerdo al cronograma a la entrega del Reactor Nuclear de Investigación.

“El ciclotrón es uno de los grandes componentes que tiene el Centro de Investigación y Desarrollo Nuclear, que estamos desarrollando con una subsidiaria de Rusatom, que es la empresa estatal rusa encargada de temas nucleares”, detalló.

Bolivia coordina con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) trabajos, estudios y visitas en la que supervisan el cumplimiento de las buenas prácticas en la industria nuclear.

Único en sudamérica

Desde la empresa Rusatom Overseas se informó a Sputnik que el ciclotrón con el que cuenta Bolivia es de los más avanzados en tecnología, sin comparación en Latinoamérica en cuanto a la gama de radiofármacos que se pueden producir.

Por ejemplo, el radiofármaco yodo-121, se produce solamente en el complejo boliviano. La empresa aseguró que la eventual exportación de estos fármacos “se trata sin duda de una perspectiva realista y alcanzable”.

“El complejo tiene el potencial para la producción industrial de la más amplia gama de radiofármacos de acuerdo con los requisitos internacionales, y pueden ser transportados a países vecinos”, señaló Rusatom Overseas en una respuesta por escrito.

Para la firma atómica rusa, el primer reactor de investigación de Bolivia, con el que contará el Centro de Investigación y Desarrollo Nuclear, merece una atención especial, porque se podrán producir radioisótopos (átomo que tiene un exceso de energía nuclear) y realizar análisis de activación de neutrones (un método utilizado para analizar obras de arte y artefactos históricos), así como identificar la presencia de metales preciosos en minerales.

“Si hablamos de otros beneficios del proyecto, por supuesto, van mucho más allá de la medicina nuclear, ya que contará con otras aplicaciones no energéticas de la tecnología nuclear en la agricultura, la ciencia, la industria y la educación. Por ejemplo, en el Centro de Irradiación Multifuncional, se puede procesar una variedad de cultivos para prolongar su vida útil y garantizar su seguridad alimentaria, incluso cuando se transportan a largas distancias”, explicó la compañía.

Rusatom Overseas ratificó que la fecha de finalización completa del centro está fijada para 2025.

Cáncer en Bolivia

En Bolivia se diagnostican cada año aproximadamente 19.000 pacientes con diferentes tipos de cáncer y al día mueren, solo por cáncer cervicouterino, en promedio, cinco mujeres, detalló la representante de la Asociación de Pacientes con Cáncer de La Paz, Rosario Calle, en entrevista con la Agencia Sputnik.

“Sufrimos en Bolivia por la poca cantidad de profesionales que hay, no hay radioterapeutas, son sumamente escasos, faltan físicos, médicos, oncólogos clínicos, cirujanos, oncólogos. En La Paz tenemos un solo lugar para cirugías que es el Hospital de Clínicas, pero hay lista de espera con más de 80 pacientes por una cirugía oncológica”, lamentó.

Destacó que finalmente Bolivia ya cuenta con Centros de Medicina Nuclear, que registran actualmente gran demanda de atención de pacientes oncológicos. En su criterio, se requieren mayores campañas de prevención del cáncer para atender a tiempo la enfermedad y evitar más muertes.

“No se está trabajando en prevención. La prevención se debería trabajar desde todos los niveles del Estado. Nosotros vemos que no se prioriza. Como siempre, la burocracia y los pacientes están peregrinando en papeleos”, expresó.

Calle sufrió el fallecimiento de su padre en 2022 por cáncer de Linfoma de Hodgkin, muy común entre los hombres en Bolivia, y continúa en la lucha por las vidas de miles de pacientes de la organización que lidera.

En 2019, este país aprobó una ley para garantizar el acceso a pacientes con cáncer a atención en salud, pero aún se requiere la reglamentación.

 

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