El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha expresado este lunes que Moscú tratará cualquier acción hostil “con dureza y con todos los medios disponibles”.
“Luchamos no solo por la seguridad y la vida de los rusoparlantes que viven en los nuevos territorios, no solo para detener las amenazas a nuestra seguridad que se crean justo en nuestras fronteras, sino también para defender la condición de Estado de Rusia“, afirmó.
Asimismo, el canciller ruso subrayó que Moscú determinará en sus propios términos cómo se va a relacionar con los países occidentales, en caso de que su liderazgo “recupere la sobriedad”. También denunció que Occidente “está sumido en una rusofobia cavernícola, sacrificando los problemas flagrantes de sus propias sociedades”.
“A pesar de la sucia campaña para cancelar todo lo relacionado con Rusia, seguimos teniendo muchos amigos en todos los países del mundo, incluidos los occidentales”, destacó Lavrov, agregando que muchos Estados “aman la cultura rusa” y comparten “los valores morales y familiares tradicionales” que promueve la nación euroasiática.
Según Lavrov, los intentos de Occidente de “aislar a Rusia en la escena internacional fracasaron, como admiten, aunque con los dientes apretados, los propios representantes de los círculos dirigentes de los países no amistosos”.
“El mundo actual es multipolar, y pocos quieren en las condiciones actuales sacar las castañas del fuego para las antiguas metrópolis, sacrificando sus intereses nacionales”, resaltó el jefe de la diplomacia rusa, al tiempo que añadió que aproximadamente tres cuartas partes de los países del mundo no apoyaron las sanciones antirrusas, “a pesar de la presión, el chantaje y las amenazas sin precedentes y más allá de toda decencia”.
