“Es obvio que tales ‘pacificadores’ son nuestros enemigos sin adornos, lobos con piel de cordero. Serían un objetivo legítimo para nuestras fuerzas, si se desplegaran en el frente, sin el consentimiento de Rusia, empuñando armas y presentándose como una amenaza directa para nosotros”, señaló este viernes el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, en un mensaje de Telegram.
El también expresidente ruso aludió a las operaciones militares de Estados Unidos y sus aliados en varias regiones del mundo, como Vietnam, Irak, Afganistán y varios países africanos, para luego advertir de los posibles resultados de esas acciones en el escenario del conflicto en curso en Ucrania.
Los del bloque militar occidental se están preparando para entrar en el conflicto en apoyo a Kiev para sacar provecho de esto, indicó, y avisó que esto llevará la situación al punto de no retorno, y desencadenará la tercera guerra mundial, a la que ellos declaran tener “tanto miedo”.
Esto llega en la misma jornada en que Rusia anunció la adopción de una nueva estrategia de política exterior que considera a Estados Unidos y Occidente como amenazas existenciales para Moscú en medio de la escalada de tensiones por el conflicto de Ucrania.
Durante una reunión con los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), el canciller ruso, Serguéi Lavrov, al asegurar que Washington y sus aliados llevan adelante una guerra híbrida contra Moscú, ha agregado que el nuevo concepto de política exterior introduce la tesis de utilizar al Ejército para repeler o impedir un ataque armado contra Rusia y sus aliados.
Rusia lleva años advirtiendo sobre las amenazas que representa para su seguridad nacional la expansión de la OTAN hacia sus fronteras occidentales.
El Kremlin dice que no tuvo más remedio que iniciar en febrero de 2022 una operación militar en Ucrania para “desmilitarizar y desnazificar” el país eslavo, dado que las potencias occidentales lo estaban utilizando para invadir el territorio ruso.
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