Mediante un comunicado emitido este domingo, el secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, integrado por países árabes del Golfo Pérsico), Jasim Muhamed al-Budaiwi, indicó que las continuas incursiones de las fuerzas de ocupación israelíes en Al-Aqsa son una violación de las santidades y una agresión contra la primera Qibla de los musulmanes (punto hacia donde rezan).
Al respecto, consideró las continuas infracciones y ataques a las santidades en los territorios palestinos ocupados como un desarrollo peligroso, y responsabilizó al régimen israelí de las consecuencias de agitar la situación y encender la sedición y el odio.
Asimismo, reafirmó la firme postura de los países miembros sobre la causa palestina y los lugares sagrados, así como su apoyo a la soberanía del pueblo palestino sobre todos los territorios palestinos ocupados desde 1967, además de reiterar su respaldo al establecimiento de un Estado palestino independiente con su capital en Al-Quds (Jerusalén), de acuerdo a la iniciativa de paz árabe y las resoluciones de legitimidad internacional.
El secretario del CCG, también, hizo un llamado a la comunidad internacional para que tome medidas tangibles a fin de proteger a los civiles palestinos y poner fin al intento de alterar el estatus legal y demográfico de Al-Quds.
Esto se produce tras brutales asaltos llevados a cabo en dos días consecutivos por los militares israelíes a los recintos de la sagrada Mezquita Al-Aqsa, donde los soldados israelíes hirieron a cientos de fieles palestinos mientras rezaban en el lugar sagrado, disparándoles balas de acero recubiertas de goma y gases lacrimógenos. Detuvieron también violentamente a más de 500 fieles.
La brutalidad israelí en Al-Aqsa, tercer lugar sagrado de musulmanes, ha provocado condenas a nivel mundial. La Organización de Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE), la Liga Árabe (LA), la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), Irán, el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Malasia, Sudáfrica, Zimbabue, y varios otros ya han condenado al nuevo barbarismo israelí contra los palestinos.
Desde la ocupación de los territorios palestinos de Cisjordania en 1967, incluida la zona del este de Al-Quds, el régimen de Israel ha ido restringiendo más y más el derecho de los palestinos a rezar en la Mezquita Al-Aqsa, mientras provee protección a los colonos durante sus incursiones al lugar. Los judíos incluso realizan rituales religiosos en el sagrado recinto, aunque, según lo pactado, no tienen derecho a hacerlo.
