El tribunal popular intermedio de Suzhou, en la provincia e Jiangsu, en el este del país, ha determinado que el acusado, residente en Hong Kong, es culpable de espionaje, por lo que le ha privado de libertad y derechos políticos de por vida.
Asimismo, la justicia china ha determinado que se procederá a la confiscación de bienes personales por valor de 500.000 yuanes (66.100 euros), informa el periódico chino ‘Global Times’.