«Ucrania, para bien o para mal, ha absorbido el oxígeno de la habitación. Y, ciertamente entendemos la necesidad de apoyar a Ucrania, pero hay otros puntos conflictivos en el mundo que están tan desesperados como lo está Ucrania», dijo McCain a una agencia de noticias estadounidense.
Un ejemplo de esto, dijo, es la situación que se vive en Afganistán, en donde el PMA corre riesgo de eliminarse, a pesar de que significa el único apoyo para algunas mujeres y menores.
«En este momento, las mujeres no pueden trabajar, no pueden tener empleos de ningún tipo. Y en el caso del PMA, hemos estado alimentando a mujeres y niños . Y si tenemos que retirarnos, la hambruna va a ser el resultado de esto», sentenció.
El pasado 12 de septiembre, el PMA afirmó que la organización se estaba viendo obligada a recortar las raciones de sus operaciones de financiación humanitaria, y que cada recorte del 1% en la asistencia alimentaria posiblemente empujaría a 400.000 personas al borde de la hambruna.
A finales de mayo pasado, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) adviertieron que la inseguridad alimentaria aguda podría deteriorarse en 18 focos de hambre, que comprenden un total de 22 países.
«Afganistán, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen permanecen al nivel máximo de preocupación. Haití, el Sahel [Burkina Faso y Mali] y Sudán han sido elevados al nivel máximo de preocupación; esto se debe a las severas restricciones de movimiento de personas y bienes en Haití, así como en Burkina Faso y Malí, y el reciente estallido del conflicto en Sudán», destaca el informe.
A un riesgo muy alto de hambre se exponen actualmente Pakistán, República Centroafricana, Etiopía, Kenia, República Democrática del Congo, Siria y Birmania. A la categoría de focos de alto riesgo de hambre, en la que estaban Malaui, Guatemala y Honduras, se han agregado ahora El Líbano, El Salvador y Nicaragua.