Una peregrinación y luego el depósito de ofrendas florales en el Cementerio Memorial Piskarevskoye, donde reposan los resto de 420 mil ciudadanos y mártires de esta hazaña, constituyó la actividad principal de los homenajes, donde la Gobernación de la ciudad invitó a los embajadores de Cuba y Bolivia en Rusia, Julio Garmendía y María Luisa Ramos, respectivamente.
Con anterioridad, el gobernador local Alexánder Beglov manifestó que diversas fueron las iniciativas para honrar la memoria de los leningradenses y defensores de la ciudad.
“Conmemoramos el avance y el levantamiento del bloqueo de Leningrado en un momento difícil para el país», afirmó en referencia a los casi dos años de operación militar especial rusa en Ucrania.
La historiografía reconoce como «sitio de Leningrado» al bloqueo militar que los nazis establecieron sobre esta ciudad soviética durante la Segunda Guerra Mundial, una de las páginas más trágicas de la historia del país.
El cerco duró un total de 872 días, desde el 8 de septiembre de 1941 al 27 de enero de 1944, y costó la vida de alrededor de 1,2 millones de personas, según distintas fuentes.
La ciudad fue bombardeada 173 veces en casi tres años de bloqueo y la alarma antiaérea sonó 649 veces en sus calles.
Las tropas nazis entraron en el territorio de la región de Leningrado en julio de 1941. Pese a los esfuerzos del Ejército Rojo, los alemanes siguieron estrechando el perímetro alrededor de la ciudad y el 2 de septiembre cortaron la última vía de ferrocarril que unía a la urbe con el resto del país.
Menos de una semana después, toda la zona quedó totalmente cercada, de modo que las dos únicas vías de comunicación con el exterior eran el aire y el lago Ládoga.
Las tropas soviéticas hicieron cuatro intentos fallidos de romper el bloqueo. Solo en enero de 1943, cuando las principales fuerzas alemanas estaban concentradas en Stalingrado, lo lograron gracias a la operación Iskra. La ofensiva comenzó en la mañana del 12 de enero.
La esperada ruptura del sitio llegó el 18 de enero de 1943. La ofensiva soviética tuvo como resultado la liberación de la ciudad de Schlisselburg y se creó una brecha en el anillo de asedio, restableciéndose así el flujo terrestres.
Luego de este logro, la ciudad empezó a recibir alimentos y otros artículos de primera necesidad, aunque el bloqueo seguía en curso. El sitio no se levantó por completo hasta el 27 de enero de 1944, su ruptura sigue siendo para los rusos uno de los acontecimientos más significativos de la Gran Guerra Patria.