«La confrontación adquirió una proyección global, ya que Occidente involucra a la mayoría de los países del mundo, tratando de limitar su intercambio con Rusia», declaró Lavrov en una mesa redonda en la Academia Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
El ministro llamó a no ceder a la presión de EEUU y sus satélites y a rechazar la invitación a participar en la ‘Cumbre de Paz’, que se organiza en Suiza. El canciller enfatizó que el objetivo del evento en Suiza no consiste en estudiar la posibilidad de resolver el conflicto, sino en elaborar y presentar a Rusia un ultimátum inaceptable.
Suiza celebrará los días 15 y 16 de junio una conferencia de paz sobre Ucrania en Burgenstock. Rusia no participará en ese evento, al que fueron invitados unos 160 Estados.
El embajador ruso en Berna, Serguéi Garmonin, dijo anteriormente a Sputnik que Rusia no participará en ningún formato, alegando que la conferencia busca presentar un ultimátum a Moscú y no pasará de ser una ruidosa acción publicitaria. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a su vez señaló que el proceso negociador sobre Ucrania no tiene sentido sin la participación de Rusia.
La última ronda de conversaciones entre Moscú y Kiev para lograr un acuerdo de fin de las hostilidades, tuvo lugar el 29 de marzo de 2022 en la ciudad turca de Estambul, y desde entonces los países no han vuelto a retomarlas. El conflicto de Ucrania, según el Kremlin, puede avanzar hacia una solución política siempre y cuando se tenga en cuenta la nueva realidad territorial y se cumplan las garantías de seguridad en las que insiste Moscú.
En diciembre pasado, Putin afirmó que la operación continuará hasta que Rusia logre la desnazificación, la desmilitarización y la neutralidad de Ucrania.