El Ministerio de Defensa ruso anunció que durante la semana pasada, las fuerzas rusas lanzaron 33 ataques intensos con armas de alta precisión y drones contra instalaciones militares ucranianas, empresas del complejo militar-industrial para la producción de explosivos y reparación de armaduras e instalaciones de infraestructura energética.
El Ministerio explicó en su informe semanal sobre el progreso de la operación militar especial rusa para liberar Donbás que los ataques rusos también tuvieron como objetivo talleres de montaje de drones, almacenes de municiones, armas de misiles y artillería, trenes militares que transportaban equipos y personal de las fuerzas ucranianas, además de puntos de despliegue temporal de mercenarios extranjeros, con un total de pérdidas ucranianas que superó los 13.825 soldados en varios frentes.
La referida entidad señaló que las unidades rusas mejoraron su situación táctica, liberaron las ciudades de Rozovka en la República de Luhansk, Peschanoe Nizhnyye en Járkov e Ivano Darivka en la República de Donetsk y tomaron el control de líneas y lugares más ventajoso en los ejes sur, oeste y este.
Detalló que las fuerzas rusas destruyeron dos lanzadores de misiles Himars, siete lanzadores de misiles Grad, dos plataformas de lanzamiento de misiles antiaéreos estadounidenses “Patriot” con radar y dos sistemas de lanzamiento de misiles antiaéreos “S-300”, además de dos estaciones de radar móviles para detectar y rastrear objetivos aéreos.
Además, el ejército ruso derribó un helicóptero ucraniano Mi-8, 10 misiles Atakum de fabricación estadounidense, dos misiles tácticos Tochka-O, 9 bombas guiadas Hummer de fabricación francesa y 36 misiles HAMAR, así como 623 drones.
El Ministerio reveló también que 63 soldados ucranianos se rindieron en las líneas de batalla.
