La situación está generando la molestia de Estados Unidos. La carta de los secretarios, Antony Blinken y Lloyd Austin, del 14 de octubre, en la que advirtieron a Israel con suspender el envío de armas si no permitía el ingreso de más ayuda humanitaria, es el llamado «más abierto» de Washington desde el comienzo del conflicto y provocó que se permitiera el ingreso de suministros en el norte de Gaza, según el medio.
«El plan de los generales» fue propuesto por un grupo de militares retirados con la intención de «eliminar» a los integrantes del movimiento palestino Hamás y presionar a sus líderes para la liberación de rehenes israelíes. Este consiste en suspender el suministro de alimentos en el norte de Gaza, en el que, según The Economist, hay 400.000 civiles y exigirles que se desplacen a otras zonas a las que llegan los suministros o serán tratados como combatientes.
El diario británico indicó que aplicar un plan de este tipo probablemente equivaldría a «matar de hambre» a la población palestina y violaría el derecho internacional. Las FDI y sus altos mandos, como Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor, y Yoav Gallant, ministro de Defensa israelí, insisten en que sus operaciones tienen el objetivo de impedir que Hamás se reagrupe.
Sin embargo, oficiales israelíes consultados por The Economist, aseguraron que las operaciones «están claramente dirigidas a conseguir que los civiles abandonen el norte de Gaza», aunque, dijeron que los palestinos «se niegan marcharse». Un oficial dijo que «algunos de los altos mandos» están buscando este resultado, pero no tienen «fuerzas suficientes» para el plan.
El medio británico citó a un funcionario israelí que admitió que, con los mandos preocupados por el Líbano e Irán donde las fuerzas terrestres de las FDI llevan a cabo una campaña militar en contra del movimiento Hizbulá y los estrategas se concentran en la respuesta a la ofensiva iraní- los comandantes en Gaza pudieron «haber tomado su propia iniciativa».
The Economist consideró como «incoherente» la estrategia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien no ha presentado un plan global para el «día después» de la guerra en Gaza. Agregó que, mientras algunos en Tel Aviv proponen ceder el control a una administración de líderes palestinos, los partidos de su coalición quieren construir «asentamientos» en el enclave.
«El Gobierno está centrado en la guerra contra Hizbulá e Irán, pero Gaza es donde empezó todo y ahora la ignoran por cuenta y riesgo de Israel», dijo un funcionario israelí citado por The Economist.