El gobierno ucraniano lo fía todo a la ocupación Kursk, a costa de perder terreno en otros frentes. Cree que si mantiene la ocupación de una porción del territorio ruso, tendrá una pequeña posición de fuerza para negociar algo.
Por eso Kiev ha concentrado más unidades preparadas para el combate en la región de Kursk que en todo el Donbas. Todavía cuenta con un “intercambio de tierras” y Zelensky está empeñado en mantener parte de la región hasta el último soldado de su ejército.
Por eso muchos no entienden por qué Rusia aún no ha liberado completamente la región, a pesar de que han pasado tres meses desde que tuvo lugar la invasión.
Algunas fuentes creen que en Kursk está el motivo de la campaña de intoxicación acerca de la presencia de tropas norcoreanas. La última estupidez ha sido la del portavoz del Departamento de Estado, que ha calculado en 10.000 el número de soldados norcoreanos en Kursk.
Precisamente están en Kursk. Quizá porque los ucranianos han puesto tanto empeño allí, que el ejército ruso no es capaz de avanzar, como el otros frentes.
Zelensky necesita salvar las apariencias. Si pierde Kursk siempre puede decir que el frente se mantuvo hasta que llegaron las tropas norcoreanas. Ucrania pudo con un numeroso ejército ruso, pero no con un puñado de soldados norcoreanos aficionados a los móviles más que a los fusiles.
El reforzamiento de las tropas ucranianas en Kursk se está haciendo en detrimento de los demás frentes, que se desmoronan cada día en pequeños bocados. Las fuentes ucranianas se preocupan, por ejemplo, por una inminente ofensiva rusa en Zaporiya, donde las tropas rusas les superan en número (*).
Otras informan de que los rusos han capturado al asalto Makarovka y entrado luego en Rivne. Hay muchos otros avances, especialmente en el norte, cerca de Terny y Kupyansk.
(*) https://kyivindependent.com/russian-attacks-in-zaporizhzhia-oblast-expected-to-happen-any-day-military-says/