La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, manifestó que, debido a la experiencia centenaria de su país como productor petrolero, seguirá «jugando un papel preponderante, principal y primordial como potencia energética en el nuevo mundo multicéntrico y pluripolar» en ascenso.
La también ministra de Petróleo, quien en octubre pasado asistió a Kazán (Rusia) en el marco de la XVI Cumbre de los BRICS, se refirió a este «nuevo actor» y aseveró que cuando se mira al futuro «la gran demanda de energía, por su crecimiento económico, va a estar en Asia y África».
Durante su participación en una reunión sobre armonización de perfiles académicos en las áreas de hidrocarburos y minerías del país suramericano, expresó que la decisión del presidente Nicolás Maduro de «allanar los caminos de esa nueva estrategia geopolítica tiene un sentido para Venezuela como potencia energética».
«Veremos en los BRICS un espacio donde estarán los principales consumidores y productores«, dijo y agregó que «ya se empieza a ver la emergencia del nuevo mundo: China, India, Rusia en la escala internacional».
En la misma línea, se refirió a que «el poder económico de los BRICS sobrepasa con creces al G7», al que considera en «decadencia económica» y «no tiene la participación importante en el PIB mundial ni de la economía internacional».
Cien años más
La vicepresidenta venezolana aseveró que la nación bolivariana, «con sus inmensas reservas», calculadas en por lo menos 300.000 millones de barriles de crudo, seguirá siendo un país petrolero. «Ya tenemos un siglo y vienen muchos siglos más«.
Al referirse a la proyección para 2060, indicó que el petróleo y el gas seguirán siendo los «pilares fundamentales en la materia energética internacional y sobre todo los nuevos polos que se están configurando».
Rodríguez sostuvo que, entre 2026 y 2027, Venezuela se convertirá en país exportador de gas.
