«Ese daño es enorme», declaró Lavrov en declaraciones al canal de televisión Rossiya 1.
El primer mandato presidencial de Donald Trump, a juicio del canciller ruso, también «ocasionó un grave perjuicio, en gran medida debido a la herencia de [Barack] Obama», su antecesor en la Casa Blanca.
Lavrov tachó de «indecentes» las sanciones que Obama impuso contra diplomáticos rusos en las semanas finales de su mandato.
«Actualmente, la Administración Biden está intentando hacer lo mismo», constató Lavrov de cara al relevo que tendrá lugar en la Casa Blanca el lunes 20 de enero.
En diciembre de 2016, poco antes de que el presidente Barack Obama abandonara la Casa Blanca, su Gobierno expulsó a 35 diplomáticos rusos y ordenó el cierre de dos mansiones diplomáticas en Centreville (Maryland) y Oyster Bay (Nueva York) en respuesta a la presunta interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales estadounidenses, lo que Rusia ha negado en reiteradas ocasiones.
A finales de agosto de 2017, el Departamento de Estado pidió a Rusia desalojar su consulado general en San Francisco y dos oficinas diplomáticas más, una en Nueva York y la otra en Washington.
El Ministerio de Exteriores ruso cumplió la petición de Washington, pero la calificó de acto hostil y violación al derecho internacional.